CLASE DOMINICAL ROSACRUZ

 

CAPÍTULO XI

 

CLASES PARA EL

 

MES SOLAR DE LIBRA

 

 

COMPRENDIDO ENTRE EL 23 DE SEPTIEMBRE

 

Y EL 23 DE OCTUBRE INCLUSIVE.

 

EQUILIBRIO es la palabra-clave básica del mes. Tener una personalidad equilibrada presupone y requiere la facultad del buen juicio. La equidad es una de las características distintivas del equilitrio. La pureza es necesaria para mantener el equilibrio y la equidad, porque de otro modo se admiten en el aura fuerzas destructivas que rompen el equilibrio. La cortesía es uno de los productos del equilibrio, que se basa en el reconocimiento de la esencial igualdad de los intereses de los demás con los propios.

 

Primer Domingo

 

CLASE SOBRE EL COSMOS

 

Palabra-clave: JUICIO

 

Entre el Domingo anterior y el presente ocurrió algo extraordinario en el Mundo de Dios. Sé que todos desearían enterarse de lo que ocurrió. Ya saben ustedes cómo el querido Cristo vino hacia nosotros en la Pascua de Navidad, y cómo en la Pascua de Resurrección volvió hacia Dios, Su Padre y el nuestro, dejándole a cada una de las chispas de vida la luz Dorada de Su Amor, para que éstas la pudieran usar y desarrollarse con ella. Cuando llega el verano, vemos que en todas partes las chispas de vida usan esta maravillosa luz y que todos los árboles y las flores se desarrollan y florecen tan rápidamente como pueden.

 

Ya ha cumplido su misión la hermosa Luz Dorada y cada árbol y cada flor ha dado su fruto o semilla. Nosotros también hemos usado esta Luz Dorada de Cristo para actuar. Y ahora, de nuevo, está retornando Cristo hacia nosotros para darnos más de su bondadoso amor, con el fin de que todas las semillitas puedan disponer de la vida que necesitan para desarrollarse y convertirse en plantas o en árboles. El 24 de Septiembre último, esta maravillosa Luz Dorada empezó a tocar de nuevo nuestra Tierra. Ahora bien, lo que queremos averiguar cada uno de nosotros es qué hemos hecho con este amor que el querido Cristo nos dejó. Él nos ha estado observando todo el tiempo y ahora quiere que pensemos en esto y veamos si nos hemos esforzado en hacer que las Rosas florezcan en nuestra Cruz.

 

Eso es lo que la familia de Ángeles Estelares que vamos a estudiar hoy, nos está ayudando a hacer. Estos Ángeles Estelares tienen el nombre de Signo de Libra y el símbolo de Libra se hace en esta forma:  Æ

 

Estos grandes Ángeles Estelares de Libra nos ayudan a diferenciar lo bueno de lo que es malo, lo que está bien y lo que está erróneo, porque tenemos que saber proceder bien, antes de que las rosas puedan florecer en nuestra Cruz. ¿Quién creen ustedes que es el mensajero que Dios nos envía desde Libra? ¡Es el lindo planeta Venus!   âVenus es el que nos está diciendo simpre: "¡Niñitos, amaos los unos a los otros!". La razón por la cual él viene desde Libra con su hermoso mensaje, es que mientras más nos queramos los unos a los otros, más Luz Dorada de Cristo podremos recibir y mientras más de esta maravillosa Luz recibamos, mejor podremos determinar la diferencia entre lo bueno y lo malo; y haciendo siempre el bien no tendremos que sufir sinsabores.

 

CLASE SOBRE LA BIBLIA

 

Palabra-clave: JUICIO

 

PARÁBOLA DE LAS CIZAÑAS DEL CAMPO

 

Hoy vamos a hacer un viajecito por el mar de galiea, hacia la lejana Palestina. Naturalmente que no vamos a ir efectivamente allá, porque está a miles de kilómetros de aquí; pero podemos ir con nuestra imaginación. Es mucho más rápido viajar de esta manera que ir en buque, en tren o en avión. Todo lo que tenemos que hacer es pensar que estamos allá y maravillosamente, en nuestra imaginación, estaremos allí.

 

A Cristo Jesús le gustaba ir a la playa así como nos gusta a nosotros. Dice la Biblia que un día, estaba cerca del mar de Galilea y una gran multitud estaba reunida a su alrededor. Podemos imaginarnos este cuadro. ¿No les parece?

 

Cristo les contaba parábolas a las multitudes acerca del Reino de los Cielos y también acerca del Día del Juicio que iba a tener lugar antes de que el hombre pudiera entrar en ellos. Y esto es lo que les decía:

 

"El Reino de los Cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo; más durmiendo el hombre, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fué. (La cizaña era la maleza que crecía entre el trigo en esos antiguos tiempos).

 

"Y como la hierba salió e hizo fruto, apareció también la cizaña. Y llegándose los siervos del padre de familia, le dijeron:

 

"Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?"

 

Y él les dijo: "Un hombre enemigo ha hecho esto".

 

Y los siervos le dijeron: "¿Quieres, pues, que vayamos y la cojamos?". Y Él les dijo: "No, porque cogiendo la cizaña no arranquéis con ella también el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al mismo tiempo yo diré a los segadores: Coged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla; más recoged el trigo en mi granero".

 

Cristo, a menudo, explicaba el verdadero significado de las parábolas a sus Discípulos, por eso, más tarde los Discípulos se acercaron a Él  y le dijeron: "Explícanos la parábola de las cizañas del campo"

 

Cristo respondiéndoles, les dijo: "El que siembra la buena simiente es el hijo del hombre, y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del Reino y las cizañas son los hijos del Malo; y la siega es el fin del mundo (refiriéndose a la era presente)  y los segadores son los Ángeles".

 

En seguida les dijo Cristo Jesús: "De manera que como es cogida la cizaña y quemada al fuego, así será el fín del mundo (la era presente). Enviará el hijo del hombre sus Ángeles y cogerán de su reino todos los escándalos y los que hacen iniquidad y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el Sol en el Reino de su Padre".

 

Querido niñitos. ¿Ven ustedes lo que el cariñoso Cristo Jesús quería decir con esta parábola? Todos los días estamos sembrando semillas, algunas buenas y otras malas. El amor, la bondad y el servicio prestado a los demás, son semillas buenas; el odio, la envidia y la flojera, son semillas malas. Las semillas malas no pueden producir buen fruto, por eso es que deben quemarse, purificarse por medio del fuego, para que puedan convertirse en tierra y allí crezcan las buenas semillas. Algunas veces, como dijo Cristo, las dos clases de semillas crecen juntas, el trigo y las cizañas, el bien y el mal, pero por último, llega el día en que deben ser separadas. Este es el tiempo de la cosecha, cuando se hace un juicio acerca del fruto de las semillas.

 

En nuestras propias vidas también hay un tiempo de la casecha, un tiempo cuando el Señor de la Cosecha, el cariñoso Cristo Jesús, separa las cizañas de nuestra naturaleza mala, del trigo de nuestras buenas acciones. Esto se realiza a menudo en la época en que el Sol entra en el signo de Libra, que hemos estudiado hoy día. Libra es el signo de la Balanza, de la báscula y los frutos de nuestras vidas son pesados en la báscula. El fruto malo será arrojado y el bueno guardado. Este es el tiempo del análisis; es la época en que debemos hacer nuestro examen para ver que lección hemos aprendido en la Escuela de la Vida. Algunas personas hablan de este tiempo, como del día del juicio. Si nos encuentran capaces de seguir adelante y hacer una labor más grande que la que hemos hecho en el pasado,se nos permitirá seguir progresando; pero si al ser pesados en la báscula se nos encuentra defectuosos, tendremos que esperar hasta otra cosecha.

 

Poco antes de que esta Era se termine, habrá un Gran Día del Juicio, en el cual todos los hombres del mundo serán pesados en la Balanza del Bien y del Mal, para ver quien está preparado para entrar en la Nueva Era, el "Reino de los Cielos", porque solamente el fruto de las buenas acciones puede entrar allí. El fruto de las semillas de la maldad, las cizañas, tiene que ser purificada por el espíritu, que es un fuego, antes de que pueda entrar. Tengamos esperanza y oremos porque cada uno de los que asiste a la clase de hoy, esté preparado para entrar en el Reino de los Cielos.

 

Clase tomada de San Mateo, 13:14-43.

 

PEGUNTAS:

 

         1.- ¿Qué parábola relató Cristo en las playas del mar de galilea?

         2.- ¿Qué son las cizañas?

         3.- Nombre algunas de las semillas buenas y de las semillas malas

              que sembramos.

         4.- ¿Qué significa el tiempo de la cosecha?

         5.- ¿Qué debe sucedernos antes de que podamos entrar en el Reino

              de los cielos?

 

MÁXIMA DE ORO: "Toda planta que no plantó mi padre Celestial será desarraigada". San Mateo, 15:13.

 

CUENTO PARA LOS NIÑOS

 

LOS JILGUEROS Y EL ABETO

 

Esta es la historia de un niñito que se llamaba Juan y que era siempre tan bondadoso y bueno con los animales, las flores y las plantas, que a los espíritus de la naturaleza les agradaba mucho ir a conversar con él.

 

Un día Juanito estaba tendido en el parque a la sombra de un gran abeto, oyendo cantar al viento en las ramas y viendo como estas se balanceaban de un lado para otro, cuando escuchó unas dulces vocecitas que conversaban. Al mirar hacia arriba del árbol para ver de dónde provenían las voces, vió a dos hermosas criaturas. Una era más corpulenta y más alta que la otra y tenía cabeza y hombros de ser humano. Rayos dorados le salían de los hombros en forma de alas, tenía los labios y las mejillas rojas y una dulce sonrisa. Tenía, además, el cabello largo y negro, y éste la cubría como una capa. Realmente su apariencia, para cualquiera que la viera, era la de una bella joven. Juanito sabía que era el espíritu del abeto.

 

La otra era un espíritu del Aire, más bien baja; pero también hermosa. Rayos de oro y de color rosa salían de todo su cuerpo, tenía una varita de virtudes, casi tan larga como su antebrazo, la levantó y la dirigió hacia Juanito y lo saludó muy graciosamente y continuó conversando con el espíritu del abeto.

 

Juanito se puso a escuchar y oyó que el espíritu del abeto decía: "He hecho todo lo que he podido para prestar amorosamente servicios desde que fuí plantado hace 15 años, como una semillita diminuta. He extendido mis ramas, cada vez más lejos, para que los niñitos, las niñas y las personas mayores, vengan a descansar bajo su agradable sombra. He desarrollado mis ramas con tanta espesura, que todos los años muchos pajaritos han construído sus nidos en ellas y han sido protegidos del viento y la lluvia".

 

"Indudablemente", dijo el espíritu del Aire. "Estoy enterada de eso, porque cuando nosotras las sílfides soplamos los vientos Norte, Sur, Este y  Oeste, los pajarillos estaban tan abrigaditos y protegidos que nunca se caían de sus nidos. Pero he oído, amiga mía, que usted pretende irse. ¿Qué no se siente feliz?

 

"Sí, ¡soy feliz!", dijo el espíritu del abeto; "pero siento que no puedo ser aún más servicial y entonces, ¿cuál es el objeto de que siga viviendo? Voy a morir; pero pienso que va a ser más pronto de lo que yo esperaba. Hace tanto tiempo que no ha llovido y la gente de aquí espera y espera que llueva, en vez de regar la tierra para que los árboles podamos beber. Han dejado que nuestras raíces estén tan secas, que nos estamos abrasando de sed y yo por mi parte estaría muy contento de  irme a casa, donde nuestro Espíritu Grupo, a descansar. Algún día volveré como una pequeña semillita y haré el mismo trabajo".

 

"Bueno", dijo el Espíritu del Aire, "tenga ánimo, yo voy a ver si podemos reunir a las sílfides y a las ondinas y echar un chaparrón de lluvia para revivirla a usted. Voy a preocuparme especialmente de su caso y del de los otros árboles de este parque y voy a dar cuenta al Comité. Estoy segura de que en corto plazo más ustedes podrán tener agua para beber".

 

"Es demasiado tarde", dijo el espíritu del abeto. "Yo sé que voy a morir; siento que algo terrible sucederá pronto".

 

"Qué disparate", dijo el espíritu el Aire. "Veo que lo que tiene es una amargura insana".

 

Mientras ellas discutían llegaron volando a ese mismo árbol dos jilgueros que recién habían contraído matrimonio y estaban en su luna de miel. Mientras todos los pajarillos que habían sido invitados a la boda, estaban felices diviertiéndose en la fuente y comiendo deliciosas lombrices y larvas gordas que la madre de la novia había preparado, los jilgueritos se escaparon silenciosamente a su viaje de luna de miel y estaban buscando un árbol bonito donde construir su nido y hacer allí su hogar para los pajaritos que llegarían después. Al ver nuestro abeto se posaron en él. Estaban tan ocupados arrullándose y haciéndose cariños, que no escucharon la conversación que sostenían el espíritu del Aire y el espíritu del Abeto.

 

El Espíritu del Abeto los vió y con mucha tristeza dijo: "Pajaritos, por favor, no hagan su nido en mis ramas, porque no voy a vivir mucho tiempo. Perderán todo el trabajo y sus bebés no estarán todavía lo suficientemente grandes cuando me llegue la hora de morir".

 

¿Por qué, dijo el novio: "Nunca había oído una cosa semejante. Sus ramas son hermosas y verdes y están tan juntas unas con otras que resultan un sitio ideal para construir una casita para nuestros hijos. Yo creo que usted no nos quiere; se está poniendo gruñón. Tengo la intención de pagarle el alquiler y puedo hacerlo perfectamente para que vivan aquí mi mujer y mi futura familia.  ¿Cuánto vale?".

 

"Yo no quiero ninguna renta. Unicamente les hacía una advertencia", dijo el espíritu del abeto. "Si no quieren hacer caso del consejo de uno que es muchos años más viejo que ustedes, yo no los voy a obligar a ello; ustedes deben usar su propio criterio; pero no me echen la culpa a mí cuando ocurran los sinsabores".

 

"Gracias por su consejo", dijo el novio, con cierto descaro; pero nosotros somos perfectamente capaces de cuidarnos". Y comenzaron a construir su nido inmediatamente en el abeto.

 

Juanito escuchó vió todo y se fué muy ligero a la casa para contárselo a la mamá. La mamá que sabía que Juanito veía a los espíritus de la naturaleza y conversaba con ellos, le preguntó: "¿Piensas tú que los jilgueros están procediendo bien al construir su nido en el abeto, no obstante la advertencia de peligro que les hizo el espíritu del abeto?".

 

"No mamá, yo creo que están procediendo mal, no están usando el buen juicio", respondió Juanito.

 

"Muy bien, querido, esperemos y veamos qué es lo que pasa".

 

El próximo Domingo voy a contarles lo que le pasó al abeto y a los jilgueros.

(Continuará).

 

Segundo Domingo

 

CLASE DE FILOSOFÍA

 

Palabra-clave: EQUIDAD.

 

¿Qué es lo que nos dice la hermosa Venus?

-Niñitos, amaos los unos a los otros".

 

Hoy día voy a contarles algo que creo que nunca habrían podido adivinar ustedes solos y ello es que nosotros tenemos más de un cuerpo. Nunca lo habrían adivinado. ¿Verdad? Pero si alguno que tuviera las Rosas florecidas sobre su Cruz nos mirara, no sólo vería este cuerpo que vemos, sino que vería también un cuerpo hecho de luz que está en su interior y que lo rodea. Este es el cuerpo que capta la Luz de Cristo, el cuerpo que ayuda a crecer y a vivir a este cuerpo denso que poseemos.

 

Además, dentro de estos dos cuerpos y alrededor de ellos hay otro más que es mucho más grande que nosotros, es como un gran huevo que llega más o menos aquí (cuarenta centrímetros) a todo nuestro alrededor. Este cuerpo está cambiando todo el tiempo. Cuando estamos pensando en Dios o en algo bueno y bello, los colores de este cuerpo son muy lindos, pero cuando tenemos pensamientos feos, los colores se ponen borrosos y oscuros con rayas y relámpagos rojos por todas partes. Cuando esto ocurre, las pequeñas celulitas de este cuerpo denso que poseemos se amilanan y no saben como realizar su trabajo, lo que tiene por consecuencia, que dentro de nosotros las cosas no andan bien.

 

Dentro de estos tres cuerpos tenemos el comienzo de otro cuerpo más. Es como una nubecita que está alrededor de nuestra cabeza y es el cuerpo con el cual pensamos. Nuestra mente.

 

Ahora bien, la Luz que ustedes son, tiene que manejar todos estos cuerpos y realiza un árduo trabajo para conseguirlo. Es como tratar de pararse exactamente en el medio de un balancín o columpio de balanceo. Primero una punta vuela en el aire y después la otra hasta que aprendemos a mentener el balancín en equilibrio. Mientras más amor y mientras más de la hermosa luz de Cristo tengamos en el interior, mejor mantendrá nuestro verdadero Yo a estos cuerpos vivientes y los hará hacer lo que queramos que hagan.

 

CLASE SOBRE LA BIBLIA

 

Palabra clave: EQUIDAD.

 

EL SERMÓN DE LA MONTAÑA

 

Hoy vamos a aprender uno de los sermones más hermosos que se han predicado hasta ahora. El Sermón de la Montaña. Es muy largo para leerlo aquí, pero algún día se sentarán y lo leerán entero. Lo que alcanzamos a leer ahora es esa parte que se llama "Bienaventuranzas", una palabra que significa algo muy bendito o bueno.

 

Crsito Jesús dió este sermón en una montaña. Ustedes recordarán que en otras lecciones esta palabra monte o montaña en la Biblia, tiene un significado muy profundo. Aquel que "sube a la montaña toma contacto con su naturaleza espiritual, con su Yo Superior". No es de extrañarse, entonces, que Cristo Jesús diera en la montaña algunas de las más hermosas verdades que se hayan dado a este mundo.

 

"Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos". Les dijo Cristo Jesús a sus Discípulos y a la multitud que estaba a su alrededor. El Gran Espíritu Solar sabía que aquellos que se jactan a sí mismos, nunca podrán entrar en el Reino de los Cielos.

 

"Bienaventurados los que lloran; porque ellos recibirán consolación", dijo a ellos, y estas breves palabras han consolado a miles de personas desde aquel día. Él sabía que cada lágrima derramada en la tierra sería enjugada en el Reino de los Cielos.

 

"Bienaventurados los mansos; porque ellos recibirán la tierra por heredad". El Rey de los reyes y el Señor de los señores predicaba la mansedumbre, porque sabía que la justicia llegaría sin sonido de trompetas y sin gritos.

 

"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia; porque ellos serán hartos". Sabía que todos los deseos de verdadera justicia serían alcanzados.

 

"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". El Señor de la Compasión sabía que aquellos que ayudan a un amigo enfermo o protegen a un gatito débil, serán también ayudados en su hora de necesidad.

 

"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios". Él sabía que la pureza ayuda a construir el Vestido Dorado de Bodas, por medio del cual entramos en el Reino de Dios.

 

"Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios". El príncipe de la Paz sabía que aquellos que tratan de detener las guerras y los odios y de establecer la paz en el mundo, estarán entre los elegidos.

 

"Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos".Cristo Jesús, el Crucificado, sabía que el sendero de la virtud y de la justicia es árduo y por eso les dió la esperanza de que ella los llevaría al Reino de los Cielos.

 

"Bienaventurados sois cuando os vituperaren y os persiguieren y dijeren de vosotros todo mal por mi causa. Gozaos y alegraos, porque vuestra merced es grande en los cielos; que así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros". Él sabía que aquellos que trataran de trabajar como siervos del Maestro, tendrían que soportar todo género de malas palabras; pero también sabía que su premio en los Cielos iba a ser muy grande.

 

Estas bienaventuranzas, queridos niños, son nueve pasos del sendero de la vida. Si tratamos de que ellos sean una parte de nuestras existencias, estaremos haciendo que las Rosas florezcan en nuestra Cruz y estaremos acercando el Reino de los Cielos a toda la Humanidad.

 

¡Pero, no es fácil vivirlas! Tal vez una linda mañana que no tengamos clases, nos levantaremos tempranito y muy contentos, pensando en que va a ser un día maravilloso para nosotros porque vamos a hacer una excursión. Pensaremos en todas las cosas agradables que vamos a hacer, nuestro corazón se sentirá liviano y despreocupado mientras arreglamos las provisiones. Cuando de repente, todo el dia se nos echa a perder, porque la mamá viene a decirnos que Tomasito, nuestro hermano, se enfermó durante la noche y no podremos salir de excursión. Nuestro primer pensamiento, probablemente, será muy feo. No podemos ver porque Tomasito tenía que enfermarse precisamente en un día de fiesta y tenía que echar a perder nuestra excursión. Estamos a punto de mostrar nuestro mal carácter y de decir algo desagradable, cuando de repente nos acordamos de las palabras de la lección de nuestra Escuela Dominical: "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino es el Reino de los Cielos". "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia".

 

La pobre mamá parece tan rendida, que nos olvidamos de la excursión y nos preocupamos de ayudarla a cuidar a Tomasito. El día pasa como por encanto y cuando nuestro hermanito está fuera de peligro y nosotros ya hemos rezado nuestra oración y estamos en la cama pensando en los acontecimientos del día, nos sentimos felices de haber ayudado a la mamá y a Tomasito. La excursión no tenía ninguna importancia, después de todo. El mayor júbilo procede de ayudar a los demás y nos sentimos muy agradecidos de Cristo Jesús por habernos dado las hermosas palabras del Sermón de la Montaña.

 

Clase tomada de San Mateo, 5:1-12.

 

PREGUNTAS:

 

         1.- ¿Qué gran sermón predicó Cristo?

         2.- ¿Cómo se llaman esas frases que dijo en el sermón?

         3.- Nombre alguna de la bienaventuranzas.

         4.- ¿Qué es lo que nos sucede cuando vivimos estas bienaventu-

               ranzas?

         5.- ¿Qué les pasa a los demás cuando nosotros las vivimos?

 

MÁXIMA DE ORO: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia".

 

CUENTO PARA LOS NIÑOS

 

LOS JILGUEROS Y EL ABETO.

 

(Continuación)

 

Todos los días Juanito iba a sentarse bajo el abeto y a observar cómo los jilgueros estaban construyendo su nido. Cuando estuvo terminado, la novia se echó en él y su marido le trajo de alimento una lombriz que se retorcía y la puso en su boca.

 

El espíritu del Aire estaba muy lejos tratando de juntar a las ondinas y a las sílfides para que hicieran llover y su amigo el abeto no se muriera de sed. El abeto había desistido de tratar de aconsejar a la pareja de jilgueros de que no hicieran el nido en sus ramas, porque ellos no le hacían caso.

 

Pronto volaron hacia las ramas del abeto algunas de las relaciones de los jilgueros, que venía a asistir al nacimiento de los jilgueritos nuevos, que en breve iban a salir del huevo, iba a haber una gran actividad y mucho júbilo. Por fín llegaron los bebés; pero el padre no permitía a nadie acercarse a ellos. Se sentía muy importante. Por cierto que él tenía que proporcionar el sustento a las cuatro boquitas y a la madre también, porque no quería que dejara a los bebés solitos todavía. Cuando por fin la dejó abandonar el nido por un momentito, la llamaba a cada instante: "tuit, tuit" hasta que ella regresó al nido de nuevo.

 

Eran todos tan felices, que Juanito empezó a pensar que tal vez el espíritu del abeto había cometido un error. Pero siempre continuaba viniendo al árbol todos los días. Un día el espíritu del Aire vino con mucha rapidez, a una velocidad de 100 km. por hora y le dijo al espíritu del árbol que el Comité de las Sílfides y las Ondinas había decidido enviar un buen chaparrón de lluvia y que también los gnomos estaban listos para recibirla. Dijo, además: "Si consigo reunir a las salamandras, va a haber muchísima alegría".

 

"¿Para cuando esperas que llueva?", preguntó el abeto.

"¡Oh!", dijo la sílfide: "Cuando la luna esté en el signo acuoso de Cáncer, allí va a estar algunos días, y usted podrá disponer del agua suficiente que le va a durar por mucho tiempo", y en seguida se fué.

 

Juanito oyó al espíritu del árbol preguntarle a los jilgueros por sus bebés y les dijo que iba a haber una gran tormenta y que esperaba que los niños no se fueran a mojar. El papá jilguero solamente se rió del espíritu del abeto; estaba demasiado feliz y demasiado contento para prestarle atención.

 

Cuando Juanito llegó a casa esa tarde, le pidió a su mamá que viera cuando la Luna iba a estar en Cáncer y le contó lo que había dicho el espíritu del Aire. Su mamá encontró que la Luna estaría en el signo de Cáncer dentro de dos días más. Juanito estaba muy excitado especialmente  la mañana del segundo día, porque no salió el Sol, el cielo estaba completamente nublado y se estaba poniendo cada vez más oscuro. Unas cuantas gruesas gotas de lluvia cayeron como para advertir que iba a empezar a llover y en la lejanía se empezaron a ver relámpagos; las salamandras estaban entrando en acción. El viento era a cada momento más fuerte y el cielo se ponía más oscuro, con sus feas nubes negras; todos los pajarillos trataban de llegar a sus nidos antes de que se desencadenara la tempestad. Juanito vió que los jilgueros y sus bebés estaban apretaditos en las ramas del abeto y que todos los demás pajarillos se acurrucaban muy juntitos, cuando ¡Brrrrunnnn! hubo un gran tueno. En seguida se desencadenó la lluvia y los árboles se encorvaron casi hasta el suelo. Juanito no se atrevió a quedarse esperando para ver más, porque le había prometido a su madre que no se quedaría afuera bajo la tormenta. Casi no pudo dormir esa noche pensando en los jilgueros. La tormenta duró hasta el día siguiente.

 

Lo primero que Juanito hizo cuando pudo salir, fué correr al parque. El suelo estaba sembrado de ramas rotas, los canales para el agua estaban tapados y las calles estaban parcialmente inundadas. ¿Qué se imaginan ustedes que vió Juanito? El viejo abeto estaba completamente desarraigado y yacía por el suelo. Posados en una rama del árbol estaban los padres jilgueros, acurrucados muy juntitos uno al lado del otro, atisbando entre las ramas. Los dos llamaban "Tuiit, tuiit", a sus bebés; pero los bebés habían muerto ahogados. Eran muy pequeños para volar, como lo había dicho bondadosamente el abeto.

 

Juanito puso atención pero no pudo oír ninguan voz, por lo que supuso que el espíritu del abeto se había ido al hogar del espíritu Grupo. Se subió a  las ramas caídas a ver si podía encontrar a los jilgueros bebés. Estaban en el suelo debajo del árbol y no pudo llegar hasta ellos. En seguida se fué muy rápidametne a casa y le contó a su mamá todo lo que había visto y se puso a llorar, porque estaba muy apenado por los pobres padres jilgueritos que se habían quedado muy solos.

 

Ya lo ven ustedes, es mejor escuchar a aquellos que tienen más edad que nosotros, porque saben mucho más. ¿No les parece?. Si los jilgueros, recién casados, no hubieran sido tan tontuelos, estarían hoy felices con su pequeña familia.

 

El próximo Domingo les voy seguir contando algo sobre Juanito y el espíritu del Aire.

(Continuará)

 

Tercer Domingo

 

CLASE DE FISIOLOGÍA ESOTÉRICA

 

Palabra-clave: PUREZA.

 

¿Qué es lo que el mensajero de Dios nos dice este mes?

-"Niñitos, amaos los unos a los otros".

 

Hoy vamos a averiguar qué parte de nuestro cuerpo los Ángeles Estelares de Libra nos ayudaron a construir y a usar. Los vegetales y las frutas que comemos están formados por todas las cosas que las plantas han sacado del suelo y han fabricado en sus hojas y en sus raíces. Algunas de estas cosas pueden ser usadas por las celulitas de nuestro cuepo; pero otras no son buenas y tienen que ser expulsadas hacia fuera. Todas las cosas que no pueden usarse son llevadas a diferentes lugares para ser expulsadas.

 

Uno de estos lugares son los riñones, los cuales construímos con la ayuda de los Ángeles Estelares de Libra. Son dos órganos que tienen forma de saco, uno a cada lado de ese hueso dorsal que mantiene nuestros cuerpos derechos. En esta parte (señalar con la mano la parte baja de la espalda). Las células de los riñones tienen más trabajo que todas las demás celulitas de nuestro cuerpo. Cuando las pequeñas corrientes de sangre pasan a través de los riñones, estas células revisan todo lo que contiene la sangre, dejando todas las cosas útiles y sacando todo lo que ocasionaría daño a nuestro cuerpo si fuera dejado allí. Las cosas malas las arrojan a unos tubos que toman los desperdicios y los llevan a los lugares donde pueden ser arrojados hacia afuera.

 

Una de las razones porque bebemos agua es que estas células de los riñones la necesitan para conservar estos tuvos limpios y bien lavados. Otra razón es que a las células de nuestro cuerpo les da sed, como nos sucede también a nosotros y tienen que tomar agua. Si comemos muchas cosas que a nuestro cuerpo no le sirven, las pobres celulitas de los riñones tienen que realizar un esfuerzo extraordinario. Trabajan árduamente para poder expulsar este material hacia fuera, pero si su cantidad es exagerada, no pueden manejarla, esta materia inútil se queda entonces en el cuerpo y hace que nos enfermemos.

 

Los Ángeles Estelares de Libra están tratando de enseñarnos a proceder como lo hacen los riñones de nuestro cuerpo, es decir, a retener todo lo que es bueno, verdadero y hermoso y a expulsar de nuestras vidas todo lo malo, porque ellos saben muy bien que si no lo hacemos así, lo malo nos va a ocasionar daño más tarde.

 

CLASE SOBRE LA BIBLIA

 

Palabra-clave: PUREZA.

 

PARÁBOLA DE LAS BODAS DEL HIJO DEL REY.

 

Un día que Cristo estaba predicando en la ciudad de Jerusalém, le contó a la multitud una parábola acerca del Reino de los Cielos que iba a venir.

 

"El Reino de los Cielos", les dijo, "es semejante a cierto rey, que hizo fiesta de bodas para su hijo y envió a sus siervos para que llamasen a los llamados a las bodas; más no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos diciendo: Decid a los llamados, he aquí, que tengo lista mi comida y todo está prevenido. Venid a las fiestas de bodas".

 

"Más ellos no se cuidaron y se fueron uno a sus labranzas y otros a sus negocios y otros tomando a sus siervos, los afrentaron y los mataron".

 

"Entonces dice a sus otros siervos, las bodas a la verdad están aparejadas; más los que eran llamados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos y llamad a las bodas a cuantos halláreis".

 

"Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos y las bodas estuvieron llenas de invitados".

 

"Pero cuando entró el rey para ver los convidados, vió allí a un hombre no vestido de bodas. Y le dijo: amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de bodas?. Más él cerró la boca. Entonces el rey dijo a los que sevían: atadlo de pies y manos y echadle en las tinieblas de afuera. Allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos".

 

La Biblia no dice que Cristo explicó esta parábola a sus Discípulos, por eso hoy vamos a tratar, nosotros mismos, de encontrar su verdadero significado.

 

Lo primero que tenemos es una fiesta de bodas. No fué una fiesta matrimonial ordinaria. La fiesta de bodas, cuando se menciona en la Biblia, se refiere a las bodas del Yo inferior con el Yo Superior, la que les voya tratar de explicar. El verdadero Yo es un espíritu que vive en esa casa que nosotros llamamos cuerpo. El espíritu es el Yo Superior; el cuerpo es el Yo inferior en el cual el espíritu vive.

 

Una particularidad de este cuerpo o casa en que vivimos, es que tiene deseos y pasiones propias. Algunas veces desea comer los peores alimentos, tan malos que el espíritu no puede vivir mucho tiempo en una casa hecha con esos materiales. El cuerpo sufre, a consecuencia de ello, de ciertas dolencias y al espíritu se le impide realizar mejor su trabajo. Piensen, lo triste que es esta condición. El cuerpo queriendo hacer una cosa y el espíritu otra.

 

La pena y el sufrimiento nos vienen a enseñar una lección , por eso después de muchas penas se llega a un acuerdo entre las dos partes. El cuerpo promete amar, honrar y obedecer al verdadero o Yo Superior. Esta es la boda entre el espíritu y el cuerpo y es lo que la Biblia trata de explicar en la parábola de las fiestas de bodas.

 

El Rey de la parábola es el cariñoso Cristo, quien quiere enormemente que aquellos que han sido llamados vengan a las fiestas de bodas. El hijo del rey es cada una de las almas que se están esforzando por entrar en el Reino de los Cielos. Por eso es que el rey envía a sus siervos a invitar a aquellos que están más preparados para que vengan a las fiestas. Pero, he aquí, que ellos le prestan poca atención a los siervos del rey. Algunos están muy ocupados con sus haciendas y con su trabajo para venir. Otros los afrentan y aún los matan. Estos invitados han sido llamados para asistir al acontecimiento más grande de sus vidas; pero fracasan en el último momento.

 

Imagínense como se sentirá el rey. El gran día de la boda ha llegado y no hay invitados. Por eso el rey envía a sus siervos de nuevo y les dice que traigan a aquellos que encuentren por los caminos, tanto buenos, como malos. Esto demuestra por cierto, que el cariñoso Cristo Jesús hace el mayor esfuezo por dar a cada uno una oportunidad de asistir a las fiestas de bodas.

 

Pero algunos, realmente, no están preparados. Pueden llegar a la fiesta, pero como no han tejido el precioso "Vestido de Bodas" no pueden permanecer allí. Por eso es que la parábola nos dice que cuando el rey vió entre sus huéspedes a uno que no tenía vestido de bodas, le dijo a sus siervos que lo echaran fuera.

 

Queridos niños, grabemos en nuestros corazones que, antes de que podamos asistir a la maravillosa fiesta de bodas dada por el Rey de los reyes, Cristo Jesús, el Gran Espíritu Solar, debemos tener una cosa. Ella es el "Vestido Dorado de Bodas" que no se puede comprar con todo el dinero del mundo. Como muchas veces se nos ha dicho aquí en la Escuela Dominical, sólo se construye con buenas acciones y con una vida pura. Todos los que han asistido a clases deben llevar una vida así, para que cuando sean invitados a asistir a la gran fiesta de bodas del rey, tengan ya el más hermoso vestido de bodas.

 

Clase tomada de San Mateo, 22:1-14.

 

PREGUNTAS:

 

         1.- ¿Cuál es la parábola que acabamos de aprender?

         2.- ¿Por qué no vinieron los invitados a la fiesta de bodas?

         3.- ¿Qué le ocurrió a uno de los invitados?

         4.- ¿Qué es lo que debemos tener antes de poder asistir a la fiesta de

               bodas?

         5.- ¿Cómo se construye el vestido de bodas?

 

MÁXIMA DE ORO: "Muchos son los llamados; pocos los escogidos".

- San Mateo, 22:14.

 

CUENTO PARA LOS NIÑOS

 

LOS JILGUEROS Y EL ABETO

 

(Continuación)

 

El último Domingo vimos como los espíritus del aire, del agua y del fuego, ocasionaron esa fuerte tempestad que desarraigó y arrojó al suelo al hermoso abeto del parque. Allí permaneció por una semana entera antes de que lo sacaran. Juanito acostumbraba a ir todos los días a sentarse sobre sus ramas en vez de debajo de ellas como antes. Le habría gustado enterrar a los jilgueros bebés, pero no podía llegar hasta ellos porque había muchas ramas en el camino. Después de un tiempo notó que el papá jilguero y su esposa desistieron de seguir llamando a sus bebés y se fueron a construir otra casa en una gran enredadera que había en una muralla.

¿Inteligentes, no es cierto?.

 

Un día el hermoso espíritu del Aire se posó de repente frente a él y sonriendo dulcemente le dijo:

"Bueno hermanito, todos cometemos errores. ¿No es verdad? Así es cómo aprendemos nuestras lecciones. Yo no tenía idea de que las salamandras fueran a pelear tan furiosamente y que iban a ofendernos tanto a las sílfides hasta obligarnos a soplar con todas nuestras fuerzas. Las ondinas también se extralimitaron y empaparon la tierra. Por lo que, en vez de ayudar a nuestro amigo abeto, solamente conseguimos empeorar las cosas, porque lo matamos. Él no pudo resistir. ¡Pero yo voy a tener un cuidado sumo después de lo ocurrido!".

 

"Puede ser que le hubiera llegado la hora de la muerte a su amiga del abeto", dijo Juanito; "usted sabe que ella presentía que le iba a pasar algo terrible. Usted recordará que le advirtió a los jilgueros que no construyeran su nido en sus ramas. Yo creo que quería irse, parecía que pensaba que ya había hecho todo el servicio amoroso que vino a hacer".

 

"Tendré sumo cuidado en no volver a cometer semejante error en lo sucesivo. No debía haber perdido la serenidad con las salamandras", dijo el espíritu del Aire.

 

"Pero vea usted cómo los jilgueros se olvidaron ligerito de sus bebés", dijo Juanito.

 

"¿No sabes por qué?, preguntó el espíritu del Aire.

 

"No; por favor, cuéntemelo".

 

"Es por que la mamá jilguero está esperando otros bebés más y ha oído decir que son los mismos bebés los que van a volver a nacer. Ya lo ves, murieron tan pronto, fué un accidente".

 

"Oh, qué bueno, ¡no es extraño que ellos se sientan felices de nuevo!".

 

"Me gustaría mucho encontrarme de nuevo con usted", dijo Juanito.

 

"Estoy seguro que lo conseguirá" dijo el espíritu del Aire. "Nosotras las sílfides no andamos nunca muy lejos de los niñitos como usted, que están siempre tratando de hacerles algún bien a los demás; pero, ¿qué es eso tan raro que tiene en los pies? No siempre lo usan. "Ah, estas", replicó juanito, levantando los pies: "Son zapatillas para la lluvia. Mi mamá no me quiso dejar salir si no me las ponía. Ellas me conservan los pies secos. El suelo está tan embarrado y lleno de charcas después de la tormenta".

 

"Así lo veo", dijo la Sílfide.

 

Juanito continuó: "Mi mamá me contó que la tormenta hizo grandes daños, los canales se obstruyeron y la lluvia entró en las casas y en los almacenes y echó a perder muchísimas cosas. Es muy triste para la gente pobre, que no tiene mucho dinero".

 

"Caramba", dijo el espíritu del Aire. "Voy a contarle todo lo que usted me ha dicho al jefe de las sílfides en nuestra próxima reunión y le pormeto que para otra vez seremos más cuidadosas y no dejaremos que esto vuelva a suceder".

 

"Y yo", dijo Juanito, "he tomado dos resoluciones. La primera es escuchar siempre a los que tienen más edad que yo y no proceder como los jilgueros que construyeron su nido en el abeto y perdieron su casa y su familia. La segunda resolución es tomar mucha agua y comer solamente las cosas que me hacen bien, aquellas que mi mamá dice que debo comer. Entonces no me obstruiré como los canales de las calles y tendré siempre mi cuerpo limpio interiormente".

 

Mientras estaban halando, llegaron los jardineros, con grandes hachas para cortar las ramas del abeto antes de llevárselo de allí. Fué muy doloroso para el espíritu del aire ver destrozado el cuerpo de su amigo y las lágrimas se le cayeron de los ojos. Le dijo adiós a Juanito y le prometió que se verían de nuevo. En seguida movió su varita hacia él y se fué volando.

 

Cuarto Domingo

 

Las clases para este Domingo deben ser preparadas por el profesor, lo que constituye una oportunidad para que ejercite la originalidad y desarrolle la epigénesis. Debe ceñirse al siguiente esquema, en líneas generales.

 

Palabra-clave: CORTESÍA

 

1º- CLASE DE FILOSOFÍA.

 

Preparar una clase que tenga como tema la cortesía y que demuestre que el cultivo de esta cualidad desarrolla el carácter y que también ayuda grandemente a suavizar nuestro camino en la vida. El profesor puede expresar esta idea de muchas maneras, junto con otras ideas que por su naturaleza se relacionen con ella.

 

2º- CLASE SOBRE LA BIBLIA

 

Elegir algún episodio del Nuevo Testamento que sirva de ilustración a la cortesía y desarrollarlo de modo que se ponga en relieve la belleza de esta cualidad.

 

3º- CUENTO PARA LOS NIÑOS

 

Preparar o elegir un cuento que sirva de ilustración a la palabra clave del día.

 

Domingo de Servicio

 

El último Domingo de cada mes se celebra el "Domingo de Servicio". En esta oportunidad se usa una rosa blanca en el centro el Emblema, además de las siete rosas rojas.

 

Para los detalles sobre el programa a desarrollarse en este Domingo, consultar la página 7 de este libro. (Capítulo Instrucciones Generales).

 

 

 

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