CLASE DOMINICAL ROSACRUZ
CAPÍTULO X
CLASES PARA EL
MES SOLAR DE VIRGO
COMPRENDIDO ENTRE EL 23 DE AGOSTO
Y EL 22 DE SEPTIEMBRE INCLUSIVE
SERVICIO es la palabra clave básica del mes. EL DISCERNIMIENTO es una de las cualidades del signo mental de Virgo y éste se manifiesta en todos los tipos de SERVICIO. Virgo da la parte esotérica de la religión de Piscis y, por lo tanto, la DEVOCIÓN es una de las cualidades de Virgo. EL DISCERNIMIENTO de Virgo lo conduce a uno a ser muy escrupuloso en todo lo que tiene que ver con su bienestar físico y, por lo tanto, este signo rige lo relativo a la SALUD.
Primer Domingo
CLASE SOBRE EL COSMOS
Palabra-clave: DISCERNIMIENTO.
Este mes vamos a tener todos los Domingos nuestra hermosa rosa blanca en el centro de la Cruz, lo mismo que lo hemos hecho hasta ahora el Domingo de Servicio. ¿Saben por qué? Porque los Ángeles Estelares que vamos a estudiar durante este mes son los seres que nos enseñan a servir, a ayudar a los que están enfermos a curarse y a ayudar a los que están tristes a recobrar la alegría.
El nombre de estos cariñosos Ángeles Estelares es virgo, el Signo Virgo. El símbolo de Virgo se hace de esta manera:Å Ahora bien. ¿Quién suponen ustedes que es el mensajero que Dios nos manda desde Virgo?. Es uno de los Ángeles Estelares que ya conocemos. ¡El planeta Mercurio! á Aquel que , como ustedes lo recordarán nos ayuda a mentenernos muy despiertos para que podamos captar todos los mensajes que Dios nos está enviando y podamos aprender a pensar en su contenido.
¿Quién se acuerda de lo que Mercurio nos dice? "Atención, la verdad de Dios está en todas partes". La razón por la cual Mercurio vino a yudar a los Ángeles Estelares de Virgo a enseñarnos a servir es que como hay muchas maneras de servir, si no nos fijamos bien y pensamos profundamente, no encontraremos la manera adecuada de hacerlo.
Supónganse que la mamá está muy cansada con los quehaceres de la casa y va a acostarse por un momento a descansar y ustedes se sienten muy apenados porque ella está cansada y quieren ayudarla. Sienten un impulso de saltar a su cama, ponerse a su lado, ponerle sus brazos al cuello y decirle cuanto la quieren. Esta es una de las cosas que podrían hacer, porque amar es servir. ¿No es así? Pero la mamá no podrá descansar si Uds. se suben a la cama y la acarician. ¿No les parece? y ella necesita tanto el descanso. Supónganse después que se acuerdan que ella les pidió que sacudieran la pieza en la mañana, peró que lo habían olvidado, entonces corren a buscar un paño de limpiar y al salir golpean fuertemente la puerta, porque lo único que les preocupa es ayudar a mamá y se olvidan de cerrar la puerta suavemente, luego sacuden el polvo de las sillas y las arrastran con gran ruido. Este trabajo es un servicio, porque lo están haciendo por amor a su madre y para ayudarla. Pero ella no puede descansar si Uds. están haciendo ruído. ¿No les parece? ¡Qué falta le hace descansar!
Supónganse ahora que en vez de hacer lo anterior Uds. piensan: "La mamá está cansada, voy a buscar un libro o un juguete y me voy a quedar quietecito para que pueda dormir y descanse". Lo hacen así y se dan cuenta que ella ha cerrado los ojos y está durmiendo plácidamente la siesta, lo que la hará sentirse completamente descansada cuando despierte.
¿Cuál de estas tres maneras de servir creen Uds. que es la mejor? Naturalmente la última, porque le da a la mamá lo que necesita más. Siempre hay muchas maneras de hacer las cosas y de ayudar a los demás; pero siempre hay una forma que es la mejor y ésta es la que debemos encontrar. ¿No es así? Porque la mejor manera estará siempre más cerca del camino de Dios. Por eso es que Mercurio continúa diciéndonos. "Atención, la verdad de Dios está en todas partes" Porque Dios quiere que encontremos siempre la mejor manera. ¿Se acordarán de esto?
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: DISCERNIMIENTO
LOS DISCÍPULOS SON ENVIADOS A SERVIR
El amoroso Cristo Jesús vino al mundo a enseñarnos a servir y a ayudar a los demás. Por mucho que queramos ayudar a los demás hay veces que no sabemos como hacerlo y es por eso que Cristo Jesús, sabiendo ésto, nos enseñó la manera. Supónganse que al irse hoy de la Escuela Dominical a la casa, encuentran casi muerto de hambre un gatito que alguien ha arrojado a la calle. Por cierto que se apiadan de él y lo llevan a la casa para cuidarlo. Supónganse ahora que en vez de alimentarlo con una exquisita leche azucarada, le dan otra clase de alimento que a él no le hace bien y que cada vez se pone más débil, hasta que por fín muere mirándoles lastimosamente a los ojos. Entonces ustedes se pondrán inmensamente tristes, porque deseaban fervientemente ayudar al pequeño gatito y hacerlo tan feliz como son los demás gatitos; pero, ¡qué lástima! ustedes no sabían cómo conseguirlo. Siempre hay una forma buena y una forma errónea de servir. Cristo Jesús lo sabía y por eso cuando envió a sus discípulos a servir, les enseñó la manera buena para hacerlo, nosotros la vamos a aprender.
Dice la Biblia que un día en que Cristo andaba por las ciudades y aldeas de Palestina, se sintió conmovido por la multitud que venía hacia Él, estaba angustiada y dispersa como ovejas que no tenían pastor y volviéndose a sus Discípulos les dijo: "A la verdad la mies es mucha; más los obreros pocos".
Naturalmente, lo que quiso decir con esto fué que son pocos en el mundo los que pueden ayudar en forma efectiva. Hay muchos que quisieran hacerlo; pero no saben cómo. Así como hay muchos que no saben cuidar a un pequeño gatito. Por eso es que Cristo Jesús, que sabía esto, dijo: "Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies".
Cristo Jesús sabe que cuando ofrecemos una oración al Señor de la mies, que es Dios, la ayuda llegará. Por eso recordemos siempre que cuando queremos ayudar a alguien debemos hacerlo con una oración en los labios, entonces Dios nos dará el poder para ayudar y nos mostrará la manera de usarlo. Si lo hacemos así, sabremos siempre qué clase de ayuda es la que debemos dar y nunca daremos un alimento equivocado al pequeño gatito.
Al enviar a sus Discípulos a servir, Cristo Jesús les dijo que curaran al enfermo, resucitaran a los muertos, limpiaran al leproso y echaran fuera los demonios. Todas estas cosas hará el verdadero discípulo de Cristo,con la voluntad de Dios; pero siempre existe la forma correcta y la forma equivocada de realizarlos. "Por el camino de los gentiles no iréis", Cristo Jesús dijo a sus Discípulos; "y en ciudad de Samaritanos no entréis, más id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel".
Cristo Jesús quería significar con esto, que hay algunos que necesitan más ayuda que los demás. Algunos, si lo tratan de hacer, son capaces de ayudarse a sí mismos pero otros están tan enfermos, tan desanimados y tan desvalidos, que no pueden ayudarse a sí mismos. A estos seres son los que debemos servir primero, porque son "ovejas perdidas". "He aquí que yo os envío como ovejas en medio de lobos", dijo el amoroso maestro a sus Discípulos cuando estaban reunidos a su alrededor. "Sed pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas".
Cristo Jesús sabía que servir no era fácil. Sabía también que había muchos en el mundo que se reirían de aquellos que querían ayudar a los demás. Sabía que si uno de ustedes quiere alimentar a un pequeño gatito muerto de hambre, habría algunos que se reirían de ustedes. Sabía que habría algunos que tratarían de detenerlos si quisieran salvar a una mamá pajarito a la que le robaran los huevos de su nido.
El cariñoso Maestro sabía todas estas cosas y por eso nos dice que es lo que debemos decir, cuando aquellos que tienen la mente perversa traten de detenernos para que no realicemos una buena acción. "No os apuréis por cómo o qué hablaréis", nos dice Cristo Jesús. "Porque en aquella hora os será dado que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros".
¿No les parece maravilloso sentir que en todas nuestras acciones buenas estamos protegidos por el cariñoso cuidado de Dios y que sabremos con exactitud lo que debemos hacer, si elevamos nuestras mentes en oración hacia Él?
"Cualquiera", dijo Cristo Jesús, "que diere a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría, solamente en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa".
Clase tomada de San Mateo, 9:35-38 y 10:1-42.
PREGUNTAS:
1.- ¿Por qué vino Cristo Jesús al mundo?
2.- ¿Existe una manera buena y una equivocada de ayudar a los
demás?
3.- ¿Qué es lo que debemos hacer primero cuando queremos
ayudar a los demás?
4.- ¿Qué decía Cristo Jesús de la oración?
5.- ¿Qué les dijo Cristo Jesús a sus Discípulos que hicieran, cuando
los mandó a servir?
6.- ¿Cuáles son las cosas que tenemos que hacer para servir?
MÁXIMA DE ORO: "La mies es mucha, más los obreros pocos".
CUENTO PARA LOS NIÑOS
LA SEÑORITA JAIVITA Y EL ESCARABAJO DE MAR
Había una vez un jaivita que se llamaba "Centolla" y vivía en una hermosa playa, donde había cientos y más cientos de jaivitas, escarabajos y otros animales chiquititos del mar. Era un lugar muy agradable, se podían ver kilómetros y más kilómetros de mar. En los días claros y luminosos se distinguían a la distancia los barcos que pasaban y lejos, muy lejos de la costa se podía ver una pequeña isla rocosa.
Centolla era una jaivita de tierna edad. No era más grande que la uña de vuestro dedo pulgar. ¡Qué chiquitita! ¿No es cierto? Pero aunque Centolla era tan pequeña, llegó un día en que tuvo que preocuparse de sí misma y buscarse su propia comida, como lo hacían sus hermanitas y sus primos, porque todos los papás y las mamás jaivas se fueron a la isla rocosa a tomar un día de vacaciones. El agua lejos de la costa era muy fría y muy profunda, y cuando soplaba el viento Norte, olas enormes rugían y se estrellaban contra las rocas. Era un lugar demasiado peligroso para las jaivas bebés, por eso es que las dejaron en sus casitas de la playa.
¿Han visto ustedes alguna vez una casita de jaiva? No se parece en nada a nuestras casas. Los pisos son de arenita suave y húmeda y las murallas son muy bajas y también de arena. No tienen ni puertas ni ventanas. Cuando una jaivita quiere salir o entrar, hace un hoyito en la muralla y pasa por ahí. El techo es la única parte sólida de la casa, conssite en una piedra lisa y plana, puesta sobre la arena. Tal vez algunos de ustedes han descubierto estas casas. Están generalmente a la orilla del agua. Si ustedes hubieran sacado la piedra que constituye el techo de una casa de jaivas, habría habido una conmoción muy grande; todas las jaivitas y cangrejos se habrían puesto en fuga lo más rápido posible, para esconderse en otra casa vecina. Imagínense el inmenso terror que les daría a ustedes si un día viniera un gran gigante y levantara el techo de su casa. ¿No sentirían deseos de correr y ocultarse?
Centollita tenía muchos y grandes amigos. Era una jaivita muy inteligente. Podía correr de lado y también hacia atrás. Conocía todos los juegos que sabe hacer el lenguado. El amigo a quien más quería era a un gran cangrejo negro de mar que era tan negro y reluciente como un zapato de charol y era sumamente cortés. Pertenecía a una antigua y noble familia de cangrejos de mar. Quería mucho a Centolla y la costumbre de ambos era comer juntos todos los días, en la poza de las Algas Marinas.
Un día cuando la campana de caracol de mar sonó para comer. Centolla no apareció. El cangrejo de mar la esperó un largo rato; pero ella no aparecía. Aunque tenía mucha hambre no pensaba comer hasta que no llegara su pequeña amiguita, era todo un caballero. Cuando ya se estaba empezando a alarmar, la vió venir corriendo hacia él. Al instante le ofreció su brazo y la llevó hacia un rincón tranquilo, donde la comida estaba lista. Centolla no pudo comer nada y cuando él le pidió que le dijera el porque, casi lloró. Habría llorado, tal vez, si no hubiera sido una valiente jaivita que sabía que llorar es una tontería. Le contó al cangrejo que había decidido ir a la isla de rocas que había en el mar.
Al pobre cangrejo le dió mucha pena, se puso completamente pálido y no pudo servirse tampoco su comida. Se sintió muy mal cuando una lágrima se resbaló por su nariz; pero la limpió muy ligero con una de sus antenas, para que Centolla no se fuera a dar cuenta que estaba llorando. Sabía que aun cuando Centolla era todavía una jaiva muy chiquitita, tenía lo que se llama "una mente con personalidad", lo que realmente significa que tenía una manera propia para hacer las cosas y que si había decidido irse al mar, nada podría detenerla. El cangrejo no podía soportar el pensamiento de que iba a perder a su querida compañera de juegos y le rogó que se quedara; pero a todas sus súplicas ella ponía oídos sordos, diciendo que estaría más segura en las aguas profundas. "Usted no sabe la espantosa experiencia que tuve hoy en la mañana", dijo Centolla. "Si la supiera no me pediría que me quedara".
"Cuéntemela", le imploró el cangrejo.
"Se la voy a contar", le contestó Centolla. "Esta mañana me estaba divirtiendo con el pez-sol en la poza, cuando de repente el agua empezó a sacudirse y a temblar. No me podía dar cuenta de la causa de esto que parecía un temblor y me sentí completamente aturdida. Después, dos grandes criaturas entraron salpicando agua a la poza donde yo estaba.
¡Qué extraños eran esos seres! ¡Tenían las cabezas metidas en el aire en una forma verdaderamente ridícula! y sólo tenían dos pies para caminar.
¡Qué capricho tener solamente dos pies!, añadió, desdeñosamente. Yo me moriría de incomodidad si tuviera solamente dos pies", y miró con admiración sus diez lindas patitas.
El cangrejo se irguió con fiereza y dió un golpe seco con sus mandíbulas, declarando que si Centolla le decía quienes eran, iría al momento a morderlos duro y parejo. Pero Centolla no sabía quiénes eran. ¿Serían gigantes?, le preguntó ella.
El cangrejo se rascó la oreja izquierda con una de sus patitas curvas. Un hábito que tenía cuando quería pensar.
"Pero eso no fué lo peor que sucedió", continuó Centolla. "cuando corría a ocultarme en las algas marinas, pasé por encima de un gran pié que estaba en mi camino, y usted hubiera oído el grito de espanto que dió la criatura. Verdaderamente se aterrorizó y entonces las demás criaturas las emprendieron conmigo poniendo frente a mi sus pies en el agua y tratando de cazarme. ¡Si supiera el terror que yo tenía! Me persiguieron hasta que estuve tan cansada que no pude correr más; entonces me sacaron con sus zarpas y me pusieron dentro de un tarrito de lata mugriento. Estaba tan caliente y mal ventilado que casi me morí. Si no hubiera soplado viento por encima del tarro, estoy segura que no habría podido escaparme. Pero logré hacerlo y me escondí debajo de una piedra hasta que las criaturas se fueron. Por eso es que me atrasé en venir a almozar y por eso es que he decidido irme al mar. Pero dígame, ¿tiene alguna idea de qué es lo que eran esos seres?".
El cangrejo pensó profundamente por algunos minutos y en seguida dijo con vacilación: "Quisiera saber si serían Roberto y Patricia".
"Sí, si", dijo Centolla, muy excitada. "Ese nombre se daban entre ellos. Si, me acuerdo".
"Pero Roberto y Patricia son seres humanos, son gente".
"¿Eso son?", preguntó Centolla. "Yo he oído hablar que los seres humanos son muy malos, ¿no es cierto?"
"No, yo no diría eso", replicó el cangrejo.
"¿Por qué?, claro que lo son", declaró Centolla indignada. "¿Para qué me cazaron si no son malos?". Mi tía Jaiva Mora me advirtió antes de irse, que tuviera mucho cuidado con ellos. Me recomendó que si veía alguno, corriera a ocultarme tan ligero como un relámpago, de otra manera sería cazada y cocinada para el almuerzo".
"No puedo creer que Roberto y Patricia hubieran hecho eso", dijo el cangrejo. "Solamente la gente ignorante hace tales cosas. Estoy seguro que ellos no querían cometer una crueldad con usted. La gente a veces no piensa. Tal vez han aprendido que usted es una hermanita pequeña de ellos y por eso es que estaban ansiosos de conocerla. No podrían pretender ser duros con usted y causarle dolores".
"Bueno", dijo Centolla. "Si ellos son mis hermanos, creo que es mejor que me olvide de lo que me pasó con ellos y voy a esperar un tiempo más para irme a vivir a la isla; pero espero que alguien les enseñe a Roberto y a Patricia, así como a todos los demás niños y niñas, que no está bien eso de cazar jaivitas y ponerlas dentro de un tarro mugriento, aún cuando lo único que quieran sea conocernos".
Segundo Domingo
CLASE DE FILOSOFÍA
Palabra-clave: DEVOCIÓN.
¿Qué es lo que significa la rosa blanca que está en el centro de la Cruz?
-Un corazón puro, lleno de amor.
¿Por qué todos los Domingos de este mes ponemos la rosa blanca en el centro de la Cruz?
-Porque estamos aprendiendo a servir.
¿Qué es lo que nos dice Mercurio?
-"¡Atención! ¡La verdad de Dios está en todas partes!".
Hay otra cosa que yo quiero enseñarles del servicio y es la siguiente: si ustedes no sienten amor en el corazón, cuando están haciendo algo por una persona, no le harán a ella el bien que podrían hacerle y esta acción no les ayudará en lo más mínimo a conseguir que las rosas florezcan en su Cruz. Si las cosas no se hacen con amor, se perderá la mayor parte de las molestias que se toman en realizarlas; porque el amor es lo único que hace que la luz brille dentro de nosotros y solamente la luz puede hacer que las rosas florezcan en nuestra Cruz o que nuestro Vestido Dorado de bodas se desarrolle.
Supónganse que un pobre viejo viniera a su puerta un día caluroso y les pidiera un vaso de agua fría para beber y la mamá los llame para que se lo den. Supónganse que están muy contentos jugando y que no les agrada mucho tener que abandonar el juego, pero indudablemente tienen que obedecer a la mamá. Van a buscar el agua, se la dan y quieren que se apure en bebérsela para volver de nuevo a jugar.
Tal vez el pobre viejo esté solo en el mundo y no tenga a nadie que lo quiera porque está enfermo y anciano. Se dá cuenta, entonces, que a ustedes no les importa nada que él esté sediento o hambriento y que desean que se apure y que se vaya. Por eso se va con un sentimiento muy triste de abandono, lo que hiere a Cristo y lo hace sufrir, porque Él ama al pobre viejo y quiere que ustedes le ayuden.
Pero supónganse que al verlo piensan: "¡Pobre viejito, qué cansado parece!" y corren a buscar el vaso de agua, muy contentos de poderlo ayudar. El minuto en que ustedes sintieron como si una luz empezara a brillar en su corazón y en sus ojos, le sirvió al pobre viejo para reconfortarse y sentirse feliz, porque se dió cuenta de que ALGUIEN LO CUIDABA.
¿Se dan cuenta de la diferencia? Han realizado exactamente el mismo acto; pero como lo hicieron con amor en el corazón, le dieron al pobre viejo felicidad, se sintieron felices también, porque la luz brilló en su interior y lo más importante de todo es que lograron que el querido Cristo se sintiera contento. Ahora ven ustedes claramente porque ponemos en la Cruz la rosa blanca, que significa un corazón puro, lleno de amor, cada vez que estudiamos lo que significa servicio.
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: DEVOCIÓN
EL BUEN SAMARITANO
Un abogado vino a Jesús y le dijo: "Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?".
Jesús le preguntó: "¿Qué está escrito en la ley?". El abogado lo sabía muy bien y le contestó:
"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, con todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a tí mismo".
Entonces Jesús le dijo: "Bien has respondido: Haz ésto y vivirás"
Pero el abogado que no estaba aún satisfecho, volvió a decirle a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?".
Jesús replicó con la siguiente historia:
"Un hombre descendía de Jerusalem a Jericó y en el camino se encontró con unos ladrones, los cuales le quitaron el dinero, le quitaron las ropas y en seguida lo golpearon hasta que cayó en el camino, donde quedó medio muerto".
"Ese día vino un sacerdote por el mismo camino, a la distancia vió al herido que yacía al Sol, pero el sacerdote no quería molestarse por un hombre enfermo, dió vuelta la cara y se fué para el otro lado del camino. Enseguida vino otro hombre, un Levita, se aproximó un poco más y miró al hombre que yacía en el camino, en seguida también se pasó al otro lado del camino y siguió andando. Después vino un samaritano, y cuando vió al enfermo se apiadó de él, fué donde él, vendó sus heridas, les puso aceite, lo levantó, lo puso sobre el lomo de su mula, lo llevó a una posada donde lo cuidó durante toda la noche. En la mañana llamó al dueño, le dió dinero y le dijo: "Cuidémelo, y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré".
En seguida Jesús le dijo al abogado: "¿Quién pues de estos tres te parece que fué el prójimo de aquel que cayó en manos de los ladrones?".
Y el abogado contestó: "El que usó con él de misericordia".
Entonces Jesús le dijo: "Vé y haz tú lo mismo".
Así como aprendió el abogado, debemos también aprender nosotros a ser prójimos para todos los demás hombres. Podemos servir a los demás con nuestras manos en actos de ayuda. Podemos servirlos con nuestra mente, teniendo pensamientos buenos y amorosos. Podemos ayudarlos con el espíritu, enviando una sonrisa de simpatía.
No importa cuál sea el color de su piel, no importa a qué iglesia pertenezcan, ni cual sea su religión. Todo lo que necesitamos aprender, es a ser el prójimo de aquel que necesita ayuda y si lo logramos, llegaremos a ser buenos samaritanos.
Vuestro prójimo puede ser una anciana o un niño, a quienes podéis ayudar en la calle o puede ser un niñito negro que se ha caído y se ha herido y para quien podéis tener una palabra de simpatía mientras lo ayudáis a levantarse. Vuestro prójimo puede ser un anciano que lleva un pesado atado, que podéis ayudarle a transportar. Podemos encontrar en todas partes algún bien que hacer, porque todos son nuestros prójimos, tanto en la casa como en la calle o en otra ciudad.
PREGUNTAS:
1.- ¿Cuántos pasaron por el lado del hombre en el camino de Jericó?
2.- ¿Quién lo ayudó?
3.- ¿Pidió que le pagaran?
4.- ¿Cómo podemos llegar a ser buenos samaritanos?
5.- ¿Quiénes son nuestros prójimos?
6.- ¿Dónde encontramos a nuestro prójimo?
Clase tomada de San Lucas, 10:25-37.
MÁXIMA DE ORO: "Por amor servíos unos a otros".
CUENTO PARA LOS NIÑOS
LA ROSA BLANCA
En la vieja casa de color blanco que está situada lejos del camino, había una gran excitación. Gran actividad, gran ruido, todos estaban muy ocupados porque iba a realizarse un matrimonio. ¡Qué maravilla!
Afuera, en el jardín, todo era también excitación.
Las flores erguían sus corolas y cabeceaban con la suave brisa del verano. Las rosas estaban especialmente agitadas. Muy pronto vino el jardinero y cuidadosamente, llenó su canastillo y lo llevó a la gran casa.
Cantando dulcemente y susurrando con suavidad, vinieron las jóvenes de la casa, y con mucha ternura juntaron las rosas blancas para el bouquet de la novia. Toda su corta vida ellas habían ansiado este gran acontecimiento. Pronto cortaron las rosas rojas y en seguida todo quedó muy tranquilo en el jardín de rosas.
Una florecita azul sintió en el pasto un estremecimiento y oyó algo como un suspiro. Mirando hacia arriba vió a una hermosa rosa blanca que permanecía sola, la rosa más hermosa que jamás hubiera visto. El suave viento sur también escuchó el suspiro y murmuró: "¿Qué te pasa, rosa blanca?".
"¡Oh, querido! ¿Cómo pudieron olvidarse de mi?" exclamó la rosa.
Entonces la florecita azul dijo: "Volverán pronto a por usted porque es una rosa muy linda; pero yo soy tan chiquita que nadie me vé, por eso es que yo me llamo "no me olvides".
En el fragante jardín todo era paz y la linda rosa esperaba con paciencia, pronto una hermosa paloma blanca que vivía en el jardín vino y arrulló tiernamente a la rosa. Las abejas zumbaron alegremente a su alrededor y las mariposas revoletearon por aquí y por allá. Posado en una parte desde la cual podía mirar y proteger la rosa, estaba un amable espíritu de la naturaleza que tenía apariencia de colibrí.
A veces los amables espíritus de la naturaleza tienen la apariencia de colibrí y se posan donde pueden vigilar las flores escogidas que tienen una misión especial.
El Sol se había puesto, para descansar, y todo se había aquietado en el jardín, cuando se oyó el rozar de una falda y una hermosa dama se detuvo delante de la rosa. "¡Que rosa más linda! ¡Qué afortunada soy de haberla encontrado! ¡Qué extraño que nadie la hubiera visto antes!" dijo la hermosa dama y en seguida cortó la purísima rosa blanca.
Tarde de la noche, como una chispa de luz llegó el espíritu de la rosa blanca a la tierra donde los espíritus de las flores se juntan. Todos los espíritus de las flores conteniendo el aliento, escucharon su conmovedora experiencia.
"La hermosa dama me llevó tiernamente a un gran templo blanco; me condujo a la nave central. Allí, sobre un altar había una gran Cruz blanca y me puso en el centro de ella. A mi alrededor había siete rosas rojas y la Cruz descansaba sobre una estrella dorada. Rodeando a la estrella había un hermoso color azul, como el que tiene el cielo. Todo era paz y quietud y luego sonó una música suave. Un arco iris flotaba cerca del altar y la bella presencia del Espíritu de Cristo bendecía la Cruz. Una voz dijo: "La Cruz pura y blanca representa el cuerpo del Auxiliador Invisible; las rosas rojas representan su sangre purificada; la rosa blanca el corazón del Auxiliador Invisible y la estrella dorada representa el manto nupcial". En seguida todo quedó muy quieto y tranquilo y los Ángeles, Arcángeles y Seres Sagrados enviaron rayos luminosos sobre la Cruz. Entonces, de repente, la fuerza curativa del Gran Médico descendió.
Cuando todo hubo terminado, la hermosa dama vino y me sacó de la Cruz y me llevó a una casa que estaba muy lejos, donde había lágrimas en ojos que podían estar alegres. Un niñito pequeño necesitaba ayuda y por eso ella me depositó en la almohada, al lado de la linda carita del niño. Entonces, la fuerza de vida del Gran Médico vino con los Ángeles, el niño sonrió y las lágrimas se fueron. ¡Qué precioso! ¿No es verdad? Después de todo me apuré en volver para contarles la verdadera misión de la rosa blanca".
Ustedes pueden estar muy seguros de que todos los espíritus de las flores estuvieron muy felices con la experiencia que la rosa blanca había tenido en el templo.
Tercer Domingo
CLASE DE FISIOLOGÍA ESOTÉRICA
Palabra-clave: SALUD.
¿Qué es lo que nos dice el Mensajero de Dios en este mes?
-Atención!. La verdad de Dios está en todas partes.
Ustedes recordarán que cada familia de Ángeles Estelares ayuda a hacer su trabajo a una de las familias de células de nuestro cuerpo. Hoy vamos a referirnos a lo que los Ángeles Estelares de Virgo están haciendo por nosotros.
Ya saben el duro trabajo que tienen las células del estómago para deshacer el alimento que nosotros les enviamos y en arreglarlo para que pueda servir de alimento a los pequeños trabajadores de todo el cuerpo. Yo les voy a decir lo que sucede en seguida: después que las células del estómago han hecho su trabajo lo mejor posible, empujan el alimento hacia una puertecita que hay en el lado derecho del estómago y gritan: ¡Listo! entonces la puertecita se abre de repente y deja pasar de a poquito el alimento hacia un angosto túnel llamado Intestino Delgado, éste primero se dirige hacia abajo y después da muchas vueltas.
Algunas pequeñas células en el intestino empujan el alimento y lo hacen recorrer este túnel con tantas vueltas y otras pequeñas células prestan atención a las cosas diminutas que las células del estómago no pudieron deshacer. ¿Qué les parece? ¡Toditas están ocupadas!
Por último, el alimento está listo para ser entregado a la sangre y llevado a los pequeños trabajadores que están por todas partes del cuerpo y que lo están esperando. ¿Cómo suponen ustedes que se hace esta entrega? Ya saben como los grandes ríos y las pequeñas corrientes de sangre circulan por todas partes del cuerpo, todos corren alrededor de este túnel que se llama Intestino Delgado y entre ellos y el tunel existe solamente una pared muy fina, tan fina que cuando el alimento tiene una consistencia como la del agua, los pequeños trabajadores del intestino lo empujan hacia las corrientes de sangre directamente a través de las paredes. Entonces las células de la sangre lo cogen con gran rapidez y se lo llevan a cada una de las células que hay en el cuerpo.
Es decir, así trabajan cuando todas las cosas marchan bien; pero no siempre somos buenos con los queridos pequeños trabajadores que están tratando con tanto esfuerzo de hacernos más fuertes y sanos. A veces les enviamos un mal alimento, o les enviamos mucho de una vez y ellos no pueden trabajarlo. Cuando todavía no han terminado de trabajar el alimento que les mandamos y les enviamos más, estos se mezclan de una manera que apena; además, a veces, somos egoístas y perversos en vez de ser amantes y bondadosos, lo que aumenta aún más las dificultades de las pequeñas células.
Cuando suceden estas cosas, el alimento en vez de estar arreglado y listo para que se lo empuje a través de las murallas a la sangre, permanece semipreparado y es empujado a lo largo del túnel hacia una puerta que hay al final de su recorrido, la cual conduce hacia otro túnel más grande, que se llama Intestino Grueso. Las pequeñas células, de este nuevo túnel, hacen lo posible para salvar todo el alimento que pueden y luego dejan pasar el resto para que sea expulsado hacia fuera del cuerpo.
Ya lo ven, las celulitas del intestino están aprendiendo de los Ángeles Estelares de Virgo a servir, así como estamos aprendiendo también nosotros, porque dedican todo su tiempo a tratar de ayudar a las demás células del cuerpo a conservarse sanas y fuertes, para que puedan realizar bien su trabajo. Y ¿saben ustedes? aquí hay un secreto, cada vez que tratamos de ayudar a alguien, ayudamos a las celulitas de los intestinos a hacer mejor su trabajo y ello nos hace más fuertes y mejores.
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: SALUD
CRISTO JESÚS ALIMENTA A LA MULTITUD
Quisiera saber si alguno de ustedes sabe lo que es un milagro. Realmente debemos saberlo, porque en la Biblia se leen muchas cosas que hizo Cristo Jesús y que la gente llama milagros. Un milagro es una cosa extraordinaria que se ha efectuado, algo tan maravilloso que parece imposible hacerlo; sin embargo, Cristo podía realizar dichas acciones. Cuando hizo ver al ciego, oír al sordo y andar al paralítico, la gente dijo que eran milagros porque no podía comprender cómo Cristo Jesús realizó esas cosas.
Hoy vamos a leer en la Biblia uno de los milagros más grandes, escuchemos con mucha atención si queremos comprender cómo fué realizado.
La Biblia nos cuenta que un día Cristo Jesús había estado predicando a la multitud y como se sentía sumamente cansado, se fué a un desierto que estaba lejos de las ciudades de Palestina. Sus Discípulos fueron con Él. No hacia mucho rato que estaba allí y a penas había alcanzado a reposar un momento, cuando vió a una gran multitud que venía hacia Él. Esta multitud había sabido hacía donde se dirigía Cristo Jesús y lo había seguido, porque quería aprender más de sus enseñanzas.
Cuando el cariñoso Maestro vió a la gente, se olvidó de su cansancio y se compadeció de ella, porque eran como ovejas que no tenían un pastor. Y les enseñó muchas cosas.
Cuando el día ya estaba por terminarse y llegaba el crepúsculo, vinieron a Él sus Discípulos y le dijeron: "Maestro, el lugar es desierto y el tiempo es ya pasado, despide a las gentes para que se vayan por las aldeas y los campos y compren para sí algo de comer".
Pero Cristo Jesús les respondió: "No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer".
Muy sorprendidos sus Discípulos le dijeron: "Pero Maestro, si no tenemos aquí sino cinco panes y dos peces".
Cristo Jesús dijo: "Traedlos acá".
Y mandó a la gente a sentarse sobre la arena; tomó los cinco panes y los dos peces y alzando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes y los entregó a sus Discípulos para que se los dieran a la gente. Y comieron todos y se hartaron.
Entonces Cristo Jesús dijo: "Junten los pedazos que quedan, que nada se pierda".
Y recogieron los pedazos y llenaron doce canastos con ellos. Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Un acto maravilloso como éste en que Cristo Jesús alimentó a la multitud, con cinco panes y dos peces, es lo que la gente llama un milagro. La llaman así porque no pueden explicárselo. Pero nosotros debemos recordar siempre que todo tiene lugar de acuerdo con las leyes de Dios. Por el deseo desinteresado que tenía Cristo Jesús de servir a los demás, Dios le había dado un gran poder. En esta oportunidad Cristo usó una de las leyes de Dios y fué este gran poder el que le permitió hacer que cinco panes se convirtieran en muchos. Allá lejos, en el desierto, Cristo sabía que la salud de la gente dependía de que tuvieran buen alimento y por eso es que desinteresadamente usó el poder de Dios para alimentarla.
La Biblia nos habla de otra vez, que Cristo Jesús fué al desierto; pero en esa oportunidad estaba solo y no había una multitud a quien alimentar. Esta vez Él sintió hambre; sin embargo no usó del poder de Dios para alimentarse, porque este poder le fué concedido solamente para alimentar a los demás.
Algún dia, queridos niños, también nosotros seremos capaces de efectuar lo que se llama milagros; pero primero tendremos que llevar una vida limpia y desinteresada. Entonces nos será dado el poder de Dios y con él podremos hacer que el ciego vea, que el sordo oiga, que el paralítico camine y si es necesario que la multitud se alimente.
Clase tomada de San Mateo, 14:13-21; San Marcos, 6:30-44 y San Juan, 6: 1-14.
PREGUNTAS:
1.- ¿Qué es un milagro?
2.- ¿Quiénes siguieron a Cristo hacia el desierto?
3.- ¿Qué sucedió cuando llegó el crepúsculo?
4.- Relate cómo fué alimentada la multitud.
5.- ¿Qué poder usó Cristo Jesús para alimentar a la multitud?
6.- ¿Cuándo se nos dará este poder a nosotros?
MÁXIMA DE ORO: "El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará". San Juan, 14:12.
CUENTO PARA LOS NIÑOS
GERRY Y DERRY
Dos semillitas estaban en el suelo, una al lado de otra, en un jardincito que había entre las colinas. Una semillita tenía la piel rizada y se llamaba Gerry, era una semilla de capuchina. La otra semillita era redonda como una pelotita, era una semilla de clarín y se llamaba Derry.
Las dos semillitas miraban hacia arriba y se preguntaban qué es lo que sería el cielo azul que estaba encima de sus cabezas. Oyeron cantar a los pajarillos sus canciones en un alto alerce, después tuvieron mucho sueño y se acercaron lo más posible una a otra en el seno de la Madre Tierra y luego se quedaron profundamente dormidas. Eran unos bebés muy chiquititos y estaban muy felices de haber encontrado una cuna tan blandita. No tenían nada para cubrirse, pero eso no les importaba, porque los días eran calurosos y además estaban tan chiquititas para pensar en tales cosas. Pero, poco a poco la noche se hizo más fría y los pobres bebés semilla Gerry y Derry, empezaron a temblar de frío. A la Madre Tierra le dió tanta pena, que le preguntó al arce si podría darles, por favor, algunas de sus hojas para hacerles una frazada y cubrirlas.
El arce miró hacia abajo y vió a las dos semillas-bebé temblando en su sueño de frío y dijo: "Pero claro, ciertamente les daré". Y se dió a sí mismo un fuerte remezón, pero no cayó ninguna de sus hojas. Estaban todas muy firmes. "Llamaré al viento para que me ayude", dijo entonces. En seguida el arce llamó al viento, el cual vino volando tan ligero como pudo. El arce le pidió que soplara lo más fuerte posible, para que sus hojas cayeran sobre Gerry y Derry.
El viento miró hacia abajo y al ver a las dos semillas bebé, que en medio de su sueño temblaban de frío, dijo que con mucho gusto haría todo lo que pudiera para ayudarlas. El viento sopló y sopló hasta que sus mejillas se pusieron redondas y cada vez más grandes; pero no pudo conseguir que las hojas cayeran sobre las semillas.
¿Le digo lo que voy a hacer?, dijo el viento: "Voy a llamar a la helada para que nos ayude". Entonces voló hacia el Polo Norte, donde encontró a la helada, muy ocupada cortando copos de nieve: "Ven conmigo", le dijo.
"Hay dos semillas bebés que necesitan una frazada para cubrirse; de lo contrario, seguramente, se van a morir de frío".
Cuando la helada oyó esto, le dijo al viento que la llevara lo más rápido posible y le mostrara donde estaban los bebés. Entonces voló al jardincito de las montañas, donde estaban las dos semillitas bebé temblando de frío en medio de su sueño. Cuando la helada las vió tan chiquititas y tan indefensas, tocó las hojas del arce con sus dedos para que se desprendieran. Cuando las hojas del arce sintieron este cariñoso contacto, algunas se tornaron de un color rosado rojizo y otras de un amarillo oro. El arce se veía muy hermoso con esos lindos colores; pero lo que él quería era darle sus hojas a Gerry y Derry para que se calentaran, por eso le pidió al viento que le sacara las hojas. El viento empezó a mover las ramas y sopló las hojas, las cuales cayeron al suelo donde parecían una linda carpeta. Cayeron suavemente sobre las dos semillas bebé, hasta que las cubrieron completamente y las semillitas quedaron abrigadas y calentitas. Allí durmieron durante todos los días del invierno, en tanto que fuera de su frazada caía la lluvia y la nieve. ¡Qué sueño más largo tuvieron! ¿No es cierto? Después, cuando llegó la primavera y los pajarillos empezaron a cantar de nuevo, las semillas bebé se agitaron un poco en su sueño y se sonrieron, porque estaban soñando con cosas muy bonitas, en lindas historias que las hadas les estaban contando en los oídos.
Un día Gerry fué despertada por una voz que la llamaba: "¡Despiértate, Gerry, despiértate!"; se frotó los ojos, se asomó por entre las hojas y vió al Sol que le estaba sonriendo cuando se dió cuenta de que ya era hora de levantarse sacó la cabeza afuera y empezó a vestirse tan ligero como pudo. Eso es lo que habría hecho un niñito Rosacruz. ¿No es cierto?
Después el Sol llamó a Derry: "Despiértate, dulzurita!". Cuando Derry oyó que el Sol la llamaba. ¿Creen ustedes que quiso levantarse o que quiso seguir en la cama un ratito más? Bueno, cuando ella sintió los tibios y agradables besos del Sol sobre su cara, muy contenta se enderezó y empezó a vestirse, cantando una canción muy alegre.
Gerry y Derry sabían respirar profundamente y ¿Cómo creen ustedes que lo hacían? ¿Cómo respiran ustedes?. ¡Con sus pulmones!; pero, ¿quién sabe dónde tenían pulmones Gerry y Derry? Es muy curioso; pero los pulmones los tenían en las hojas como todas las plantas los tienen. Esa es una de las razones porque las plantas no crecen bien en los lugares sucios. El polvo las ahoga y no pueden respirar bien, entonces se debilitan y se enferman, lo mismo que la gente cuando descuida respirar el aire puro profundamente.
Y así Gerry y Derry se conviertieron en plantas grandes con hermosas flores. Las de Gerry eran de un color rojo intenso y las de Derry eran blancas con rosado y tenían un agradable perfume.
Cuando una flor se marchitaba salía de su lugar una semillita bebé. ¡Qué enormidad de semillitas había en cada planta! y cada una tenía que tener su alimento para comer. La pobre Gerry empezó a ponerse delgada y pálida criando a tantos niños y sin tener tiempo para cuidarse ella misma. Derry estaba tan cansada que ya no podía más. Llevaba a sus niños en lindos canastitos de vainas, y cuando las vainas se pusieron duras y se secaron, sa abrieron de un golpe y una enormidad de semillitas bebé cayeron al suelo.
Por último, simpre juntas, Gerry y Derry se pusieron ancianas y débiles, ambas habían llevado una vida lo más linda que podían, dando alegría con sus flores a todos los que pasaban por el amino. Habían cuidado con el mayor celo a sus semillas bebé; pero ahora estaban tan débiles que ya les costaba mucho sostenerse en el tutor, por el que habían subido con tanta alegría cuando eran jóvenes y fuertes. Entonces escucharon una suave voz que les decía: "Ustedes han servido fielmente y muy bien, hijas mías, vénganse a la casa a descansar, ahora". Era la Madre Tierra la que las estaba llamando. Alegremente Gerry y Derry, siempre juntitas, se hundieron en el regazo de la Madre Tierra y ella las arrulló suavemente, para que se durmieran.
Domingo de Servicio
El último Domingo de cada mes solar se celebra el "Domingo de Servicio". En esta oportunidad se usa una rosa blanca en el centro del Emblema, además de las siete rosas rojas.
Para los detalles sobre el programa a desarrollarse en este Domingo consultar la página 7 de este libro. (Capítulo Instrucciones Generales).
ADVERTENCIA AL PROFESOR.
Estas clases para el mes de Virgo deben usarse todos los años. Si algún año tuviera cinco domingos en el mes, el cuarto debe ser dedicado a una de las virtudes de Vrigo, como observación, espíritu de estudio o limpieza El profesor debe preparar las clases para este cuarto Domingo de acuerdo con el sistema que se ha seguido en las páginas precedentes. El quinto domingo del mes será entonces el Domingo de servicio, en vez del cuarto, porque el Domingo de Servicio, incluye siempre una recapitulación de todo el mes y debe por lo tanto ir al final.
CAPÍTULO X
CLASES PARA EL
MES SOLAR DE VIRGO
COMPRENDIDO ENTRE EL 23 DE AGOSTO
Y EL 22 DE SEPTIEMBRE INCLUSIVE
SERVICIO es la palabra clave básica del mes. EL DISCERNIMIENTO es una de las cualidades del signo mental de Virgo y éste se manifiesta en todos los tipos de SERVICIO. Virgo da la parte esotérica de la religión de Piscis y, por lo tanto, la DEVOCIÓN es una de las cualidades de Virgo. EL DISCERNIMIENTO de Virgo lo conduce a uno a ser muy escrupuloso en todo lo que tiene que ver con su bienestar físico y, por lo tanto, este signo rige lo relativo a la SALUD.
Primer Domingo
CLASE SOBRE EL COSMOS
Palabra-clave: DISCERNIMIENTO.
Este mes vamos a tener todos los Domingos nuestra hermosa rosa blanca en el centro de la Cruz, lo mismo que lo hemos hecho hasta ahora el Domingo de Servicio. ¿Saben por qué? Porque los Ángeles Estelares que vamos a estudiar durante este mes son los seres que nos enseñan a servir, a ayudar a los que están enfermos a curarse y a ayudar a los que están tristes a recobrar la alegría.
El nombre de estos cariñosos Ángeles Estelares es virgo, el Signo Virgo. El símbolo de Virgo se hace de esta manera:....... Ahora bien. ¿Quién suponen ustedes que es el mensajero que Dios nos manda desde Virgo?. Es uno de los Ángeles Estelares que ya conocemos. ¡El planeta Mercurio! Aquel que , como ustedes lo recordarán nos ayuda a mentenernos muy despiertos para que podamos captar todos los mensajes que Dios nos está enviando y podamos aprender a pensar en su contenido.
¿Quién se acuerda de lo que Mercurio nos dice? "Atención, la verdad de Dios está en todas partes". La razón por la cual Mercurio vino a yudar a los Ángeles Estelares de Virgo a enseñarnos a servir es que como hay muchas maneras de servir, si no nos fijamos bien y pensamos profundamente, no encontraremos la manera adecuada de hacerlo.
Supónganse que la mamá está muy cansada con los quehaceres de la casa y va a acostarse por un momento a descansar y ustedes se sienten muy apenados porque ella está cansada y quieren ayudarla. Sienten un impulso de saltar a su cama, ponerse a su lado, ponerle sus brazos al cuello y decirle cuanto la quieren. Esta es una de las cosas que podrían hacer, porque amar es servir. ¿No es así? Pero la mamá no podrá descansar si Uds. se suben a la cama y la acarician. ¿No les parece? y ella necesita tanto el descanso. Supónganse después que se acuerdan que ella les pidió que sacudieran la pieza en la mañana, peró que lo habían olvidado, entonces corren a buscar un paño de limpiar y al salir golpean fuertemente la puerta, porque lo único que les preocupa es ayudar a mamá y se olvidan de cerrar la puerta suavemente, luego sacuden el polvo de las sillas y las arrastran con gran ruido. Este trabajo es un servicio, porque lo están haciendo por amor a su madre y para ayudarla. Pero ella no puede descansar si Uds. están haciendo ruído. ¿No les parece? ¡Qué falta le hace descansar!
Supónganse ahora que en vez de hacer lo anterior Uds. piensan: "La mamá está cansada, voy a buscar un libro o un juguete y me voy a quedar quietecito para que pueda dormir y descanse". Lo hacen así y se dan cuenta que ella ha cerrado los ojos y está durmiendo plácidamente la siesta, lo que la hará sentirse completamente descansada cuando despierte.
¿Cuál de estas tres maneras de servir creen Uds. que es la mejor? Naturalmente la última, porque le da a la mamá lo que necesita más. Siempre hay muchas maneras de hacer las cosas y de ayudar a los demás; pero siempre hay una forma que es la mejor y ésta es la que debemos encontrar. ¿No es así? Porque la mejor manera estará siempre más cerca del camino de Dios. Por eso es que Mercurio continúa diciéndonos. "Atención, la verdad de Dios está en todas partes" Porque Dios quiere que encontremos siempre la mejor manera. ¿Se acordarán de esto?
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: DISCERNIMIENTO
LOS DISCÍPULOS SON ENVIADOS A SERVIR
El amoroso Cristo Jesús vino al mundo a enseñarnos a servir y a ayudar a los demás. Por mucho que queramos ayudar a los demás hay veces que no sabemos como hacerlo y es por eso que Cristo Jesús, sabiendo ésto, nos enseñó la manera. Supónganse que al irse hoy de la Escuela Dominical a la casa, encuentran casi muerto de hambre un gatito que alguien ha arrojado a la calle. Por cierto que se apiadan de él y lo llevan a la casa para cuidarlo. Supónganse ahora que en vez de alimentarlo con una exquisita leche azucarada, le dan otra clase de alimento que a él no le hace bien y que cada vez se pone más débil, hasta que por fín muere mirándoles lastimosamente a los ojos. Entonces ustedes se pondrán inmensamente tristes, porque deseaban fervientemente ayudar al pequeño gatito y hacerlo tan feliz como son los demás gatitos; pero, ¡qué lástima! ustedes no sabían cómo conseguirlo. Siempre hay una forma buena y una forma errónea de servir. Cristo Jesús lo sabía y por eso cuando envió a sus discípulos a servir, les enseñó la manera buena para hacerlo, nosotros la vamos a aprender.
Dice la Biblia que un día en que Cristo andaba por las ciudades y aldeas de Palestina, se sintió conmovido por la multitud que venía hacia Él, estaba angustiada y dispersa como ovejas que no tenían pastor y volviéndose a sus Discípulos les dijo: "A la verdad la mies es mucha; más los obreros pocos".
Naturalmente, lo que quiso decir con esto fué que son pocos en el mundo los que pueden ayudar en forma efectiva. Hay muchos que quisieran hacerlo; pero no saben cómo. Así como hay muchos que no saben cuidar a un pequeño gatito. Por eso es que Cristo Jesús, que sabía esto, dijo: "Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies".
Cristo Jesús sabe que cuando ofrecemos una oración al Señor de la mies, que es Dios, la ayuda llegará. Por eso recordemos siempre que cuando queremos ayudar a alguien debemos hacerlo con una oración en los labios, entonces Dios nos dará el poder para ayudar y nos mostrará la manera de usarlo. Si lo hacemos así, sabremos siempre qué clase de ayuda es la que debemos dar y nunca daremos un alimento equivocado al pequeño gatito.
Al enviar a sus Discípulos a servir, Cristo Jesús les dijo que curaran al enfermo, resucitaran a los muertos, limpiaran al leproso y echaran fuera los demonios. Todas estas cosas hará el verdadero discípulo de Cristo,con la voluntad de Dios; pero siempre existe la forma correcta y la forma equivocada de realizarlos. "Por el camino de los gentiles no iréis", Cristo Jesús dijo a sus Discípulos; "y en ciudad de Samaritanos no entréis, más id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel".
Cristo Jesús quería significar con esto, que hay algunos que necesitan más ayuda que los demás. Algunos, si lo tratan de hacer, son capaces de ayudarse a sí mismos pero otros están tan enfermos, tan desanimados y tan desvalidos, que no pueden ayudarse a sí mismos. A estos seres son los que debemos servir primero, porque son "ovejas perdidas". "He aquí que yo os envío como ovejas en medio de lobos", dijo el amoroso maestro a sus Discípulos cuando estaban reunidos a su alrededor. "Sed pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas".
Cristo Jesús sabía que servir no era fácil. Sabía también que había muchos en el mundo que se reirían de aquellos que querían ayudar a los demás. Sabía que si uno de ustedes quiere alimentar a un pequeño gatito muerto de hambre, habría algunos que se reirían de ustedes. Sabía que habría algunos que tratarían de detenerlos si quisieran salvar a una mamá pajarito a la que le robaran los huevos de su nido.
El cariñoso Maestro sabía todas estas cosas y por eso nos dice que es lo que debemos decir, cuando aquellos que tienen la mente perversa traten de detenernos para que no realicemos una buena acción. "No os apuréis por cómo o qué hablaréis", nos dice Cristo Jesús. "Porque en aquella hora os será dado que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros".
¿No les parece maravilloso sentir que en todas nuestras acciones buenas estamos protegidos por el cariñoso cuidado de Dios y que sabremos con exactitud lo que debemos hacer, si elevamos nuestras mentes en oración hacia Él?
"Cualquiera", dijo Cristo Jesús, "que diere a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría, solamente en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa".
Clase tomada de San Mateo, 9:35-38 y 10:1-42.
PREGUNTAS:
1.- ¿Por qué vino Cristo Jesús al mundo?
2.- ¿Existe una manera buena y una equivocada de ayudar a los
demás?
3.- ¿Qué es lo que debemos hacer primero cuando queremos
ayudar a los demás?
4.- ¿Qué decía Cristo Jesús de la oración?
5.- ¿Qué les dijo Cristo Jesús a sus Discípulos que hicieran, cuando
los mandó a servir?
6.- ¿Cuáles son las cosas que tenemos que hacer para servir?
MÁXIMA DE ORO: "La mies es mucha, más los obreros pocos".
CUENTO PARA LOS NIÑOS
LA SEÑORITA JAIVITA Y EL ESCARABAJO DE MAR
Había una vez un jaivita que se llamaba "Centolla" y vivía en una hermosa playa, donde había cientos y más cientos de jaivitas, escarabajos y otros animales chiquititos del mar. Era un lugar muy agradable, se podían ver kilómetros y más kilómetros de mar. En los días claros y luminosos se distinguían a la distancia los barcos que pasaban y lejos, muy lejos de la costa se podía ver una pequeña isla rocosa.
Centolla era una jaivita de tierna edad. No era más grande que la uña de vuestro dedo pulgar. ¡Qué chiquitita! ¿No es cierto? Pero aunque Centolla era tan pequeña, llegó un día en que tuvo que preocuparse de sí misma y buscarse su propia comida, como lo hacían sus hermanitas y sus primos, porque todos los papás y las mamás jaivas se fueron a la isla rocosa a tomar un día de vacaciones. El agua lejos de la costa era muy fría y muy profunda, y cuando soplaba el viento Norte, olas enormes rugían y se estrellaban contra las rocas. Era un lugar demasiado peligroso para las jaivas bebés, por eso es que las dejaron en sus casitas de la playa.
¿Han visto ustedes alguna vez una casita de jaiva? No se parece en nada a nuestras casas. Los pisos son de arenita suave y húmeda y las murallas son muy bajas y también de arena. No tienen ni puertas ni ventanas. Cuando una jaivita quiere salir o entrar, hace un hoyito en la muralla y pasa por ahí. El techo es la única parte sólida de la casa, conssite en una piedra lisa y plana, puesta sobre la arena. Tal vez algunos de ustedes han descubierto estas casas. Están generalmente a la orilla del agua. Si ustedes hubieran sacado la piedra que constituye el techo de una casa de jaivas, habría habido una conmoción muy grande; todas las jaivitas y cangrejos se habrían puesto en fuga lo más rápido posible, para esconderse en otra casa vecina. Imagínense el inmenso terror que les daría a ustedes si un día viniera un gran gigante y levantara el techo de su casa. ¿No sentirían deseos de correr y ocultarse?
Centollita tenía muchos y grandes amigos. Era una jaivita muy inteligente. Podía correr de lado y también hacia atrás. Conocía todos los juegos que sabe hacer el lenguado. El amigo a quien más quería era a un gran cangrejo negro de mar que era tan negro y reluciente como un zapato de charol y era sumamente cortés. Pertenecía a una antigua y noble familia de cangrejos de mar. Quería mucho a Centolla y la costumbre de ambos era comer juntos todos los días, en la poza de las Algas Marinas.
Un día cuando la campana de caracol de mar sonó para comer. Centolla no apareció. El cangrejo de mar la esperó un largo rato; pero ella no aparecía. Aunque tenía mucha hambre no pensaba comer hasta que no llegara su pequeña amiguita, era todo un caballero. Cuando ya se estaba empezando a alarmar, la vió venir corriendo hacia él. Al instante le ofreció su brazo y la llevó hacia un rincón tranquilo, donde la comida estaba lista. Centolla no pudo comer nada y cuando él le pidió que le dijera el porque, casi lloró. Habría llorado, tal vez, si no hubiera sido una valiente jaivita que sabía que llorar es una tontería. Le contó al cangrejo que había decidido ir a la isla de rocas que había en el mar.
Al pobre cangrejo le dió mucha pena, se puso completamente pálido y no pudo servirse tampoco su comida. Se sintió muy mal cuando una lágrima se resbaló por su nariz; pero la limpió muy ligero con una de sus antenas, para que Centolla no se fuera a dar cuenta que estaba llorando. Sabía que aun cuando Centolla era todavía una jaiva muy chiquitita, tenía lo que se llama "una mente con personalidad", lo que realmente significa que tenía una manera propia para hacer las cosas y que si había decidido irse al mar, nada podría detenerla. El cangrejo no podía soportar el pensamiento de que iba a perder a su querida compañera de juegos y le rogó que se quedara; pero a todas sus súplicas ella ponía oídos sordos, diciendo que estaría más segura en las aguas profundas. "Usted no sabe la espantosa experiencia que tuve hoy en la mañana", dijo Centolla. "Si la supiera no me pediría que me quedara".
"Cuéntemela", le imploró el cangrejo.
"Se la voy a contar", le contestó Centolla. "Esta mañana me estaba divirtiendo con el pez-sol en la poza, cuando de repente el agua empezó a sacudirse y a temblar. No me podía dar cuenta de la causa de esto que parecía un temblor y me sentí completamente aturdida. Después, dos grandes criaturas entraron salpicando agua a la poza donde yo estaba.
¡Qué extraños eran esos seres! ¡Tenían las cabezas metidas en el aire en una forma verdaderamente ridícula! y sólo tenían dos pies para caminar.
¡Qué capricho tener solamente dos pies!, añadió, desdeñosamente. Yo me moriría de incomodidad si tuviera solamente dos pies", y miró con admiración sus diez lindas patitas.
El cangrejo se irguió con fiereza y dió un golpe seco con sus mandíbulas, declarando que si Centolla le decía quienes eran, iría al momento a morderlos duro y parejo. Pero Centolla no sabía quiénes eran. ¿Serían gigantes?, le preguntó ella.
El cangrejo se rascó la oreja izquierda con una de sus patitas curvas. Un hábito que tenía cuando quería pensar.
"Pero eso no fué lo peor que sucedió", continuó Centolla. "cuando corría a ocultarme en las algas marinas, pasé por encima de un gran pié que estaba en mi camino, y usted hubiera oído el grito de espanto que dió la criatura. Verdaderamente se aterrorizó y entonces las demás criaturas las emprendieron conmigo poniendo frente a mi sus pies en el agua y tratando de cazarme. ¡Si supiera el terror que yo tenía! Me persiguieron hasta que estuve tan cansada que no pude correr más; entonces me sacaron con sus zarpas y me pusieron dentro de un tarrito de lata mugriento. Estaba tan caliente y mal ventilado que casi me morí. Si no hubiera soplado viento por encima del tarro, estoy segura que no habría podido escaparme. Pero logré hacerlo y me escondí debajo de una piedra hasta que las criaturas se fueron. Por eso es que me atrasé en venir a almozar y por eso es que he decidido irme al mar. Pero dígame, ¿tiene alguna idea de qué es lo que eran esos seres?".
El cangrejo pensó profundamente por algunos minutos y en seguida dijo con vacilación: "Quisiera saber si serían Roberto y Patricia".
"Sí, si", dijo Centolla, muy excitada. "Ese nombre se daban entre ellos. Si, me acuerdo".
"Pero Roberto y Patricia son seres humanos, son gente".
"¿Eso son?", preguntó Centolla. "Yo he oído hablar que los seres humanos son muy malos, ¿no es cierto?"
"No, yo no diría eso", replicó el cangrejo.
"¿Por qué?, claro que lo son", declaró Centolla indignada. "¿Para qué me cazaron si no son malos?". Mi tía Jaiva Mora me advirtió antes de irse, que tuviera mucho cuidado con ellos. Me recomendó que si veía alguno, corriera a ocultarme tan ligero como un relámpago, de otra manera sería cazada y cocinada para el almuerzo".
"No puedo creer que Roberto y Patricia hubieran hecho eso", dijo el cangrejo. "Solamente la gente ignorante hace tales cosas. Estoy seguro que ellos no querían cometer una crueldad con usted. La gente a veces no piensa. Tal vez han aprendido que usted es una hermanita pequeña de ellos y por eso es que estaban ansiosos de conocerla. No podrían pretender ser duros con usted y causarle dolores".
"Bueno", dijo Centolla. "Si ellos son mis hermanos, creo que es mejor que me olvide de lo que me pasó con ellos y voy a esperar un tiempo más para irme a vivir a la isla; pero espero que alguien les enseñe a Roberto y a Patricia, así como a todos los demás niños y niñas, que no está bien eso de cazar jaivitas y ponerlas dentro de un tarro mugriento, aún cuando lo único que quieran sea conocernos".
Segundo Domingo
CLASE DE FILOSOFÍA
Palabra-clave: DEVOCIÓN.
¿Qué es lo que significa la rosa blanca que está en el centro de la Cruz?
-Un corazón puro, lleno de amor.
¿Por qué todos los Domingos de este mes ponemos la rosa blanca en el centro de la Cruz?
-Porque estamos aprendiendo a servir.
¿Qué es lo que nos dice Mercurio?
-"¡Atención! ¡La verdad de Dios está en todas partes!".
Hay otra cosa que yo quiero enseñarles del servicio y es la siguiente: si ustedes no sienten amor en el corazón, cuando están haciendo algo por una persona, no le harán a ella el bien que podrían hacerle y esta acción no les ayudará en lo más mínimo a conseguir que las rosas florezcan en su Cruz. Si las cosas no se hacen con amor, se perderá la mayor parte de las molestias que se toman en realizarlas; porque el amor es lo único que hace que la luz brille dentro de nosotros y solamente la luz puede hacer que las rosas florezcan en nuestra Cruz o que nuestro Vestido Dorado de bodas se desarrolle.
Supónganse que un pobre viejo viniera a su puerta un día caluroso y les pidiera un vaso de agua fría para beber y la mamá los llame para que se lo den. Supónganse que están muy contentos jugando y que no les agrada mucho tener que abandonar el juego, pero indudablemente tienen que obedecer a la mamá. Van a buscar el agua, se la dan y quieren que se apure en bebérsela para volver de nuevo a jugar.
Tal vez el pobre viejo esté solo en el mundo y no tenga a nadie que lo quiera porque está enfermo y anciano. Se dá cuenta, entonces, que a ustedes no les importa nada que él esté sediento o hambriento y que desean que se apure y que se vaya. Por eso se va con un sentimiento muy triste de abandono, lo que hiere a Cristo y lo hace sufrir, porque Él ama al pobre viejo y quiere que ustedes le ayuden.
Pero supónganse que al verlo piensan: "¡Pobre viejito, qué cansado parece!" y corren a buscar el vaso de agua, muy contentos de poderlo ayudar. El minuto en que ustedes sintieron como si una luz empezara a brillar en su corazón y en sus ojos, le sirvió al pobre viejo para reconfortarse y sentirse feliz, porque se dió cuenta de que ALGUIEN LO CUIDABA.
¿Se dan cuenta de la diferencia? Han realizado exactamente el mismo acto; pero como lo hicieron con amor en el corazón, le dieron al pobre viejo felicidad, se sintieron felices también, porque la luz brilló en su interior y lo más importante de todo es que lograron que el querido Cristo se sintiera contento. Ahora ven ustedes claramente porque ponemos en la Cruz la rosa blanca, que significa un corazón puro, lleno de amor, cada vez que estudiamos lo que significa servicio.
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: DEVOCIÓN
EL BUEN SAMARITANO
Un abogado vino a Jesús y le dijo: "Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?".
Jesús le preguntó: "¿Qué está escrito en la ley?". El abogado lo sabía muy bien y le contestó:
"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, con todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a tí mismo".
Entonces Jesús le dijo: "Bien has respondido: Haz ésto y vivirás"
Pero el abogado que no estaba aún satisfecho, volvió a decirle a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?".
Jesús replicó con la siguiente historia:
"Un hombre descendía de Jerusalem a Jericó y en el camino se encontró con unos ladrones, los cuales le quitaron el dinero, le quitaron las ropas y en seguida lo golpearon hasta que cayó en el camino, donde quedó medio muerto".
"Ese día vino un sacerdote por el mismo camino, a la distancia vió al herido que yacía al Sol, pero el sacerdote no quería molestarse por un hombre enfermo, dió vuelta la cara y se fué para el otro lado del camino. Enseguida vino otro hombre, un Levita, se aproximó un poco más y miró al hombre que yacía en el camino, en seguida también se pasó al otro lado del camino y siguió andando. Después vino un samaritano, y cuando vió al enfermo se apiadó de él, fué donde él, vendó sus heridas, les puso aceite, lo levantó, lo puso sobre el lomo de su mula, lo llevó a una posada donde lo cuidó durante toda la noche. En la mañana llamó al dueño, le dió dinero y le dijo: "Cuidémelo, y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré".
En seguida Jesús le dijo al abogado: "¿Quién pues de estos tres te parece que fué el prójimo de aquel que cayó en manos de los ladrones?".
Y el abogado contestó: "El que usó con él de misericordia".
Entonces Jesús le dijo: "Vé y haz tú lo mismo".
Así como aprendió el abogado, debemos también aprender nosotros a ser prójimos para todos los demás hombres. Podemos servir a los demás con nuestras manos en actos de ayuda. Podemos servirlos con nuestra mente, teniendo pensamientos buenos y amorosos. Podemos ayudarlos con el espíritu, enviando una sonrisa de simpatía.
No importa cuál sea el color de su piel, no importa a qué iglesia pertenezcan, ni cual sea su religión. Todo lo que necesitamos aprender, es a ser el prójimo de aquel que necesita ayuda y si lo logramos, llegaremos a ser buenos samaritanos.
Vuestro prójimo puede ser una anciana o un niño, a quienes podéis ayudar en la calle o puede ser un niñito negro que se ha caído y se ha herido y para quien podéis tener una palabra de simpatía mientras lo ayudáis a levantarse. Vuestro prójimo puede ser un anciano que lleva un pesado atado, que podéis ayudarle a transportar. Podemos encontrar en todas partes algún bien que hacer, porque todos son nuestros prójimos, tanto en la casa como en la calle o en otra ciudad.
PREGUNTAS:
1.- ¿Cuántos pasaron por el lado del hombre en el camino de Jericó?
2.- ¿Quién lo ayudó?
3.- ¿Pidió que le pagaran?
4.- ¿Cómo podemos llegar a ser buenos samaritanos?
5.- ¿Quiénes son nuestros prójimos?
6.- ¿Dónde encontramos a nuestro prójimo?
Clase tomada de San Lucas, 10:25-37.
MÁXIMA DE ORO: "Por amor servíos unos a otros".
CUENTO PARA LOS NIÑOS
LA ROSA BLANCA
En la vieja casa de color blanco que está situada lejos del camino, había una gran excitación. Gran actividad, gran ruido, todos estaban muy ocupados porque iba a realizarse un matrimonio. ¡Qué maravilla!
Afuera, en el jardín, todo era también excitación.
Las flores erguían sus corolas y cabeceaban con la suave brisa del verano. Las rosas estaban especialmente agitadas. Muy pronto vino el jardinero y cuidadosamente, llenó su canastillo y lo llevó a la gran casa.
Cantando dulcemente y susurrando con suavidad, vinieron las jóvenes de la casa, y con mucha ternura juntaron las rosas blancas para el bouquet de la novia. Toda su corta vida ellas habían ansiado este gran acontecimiento. Pronto cortaron las rosas rojas y en seguida todo quedó muy tranquilo en el jardín de rosas.
Una florecita azul sintió en el pasto un estremecimiento y oyó algo como un suspiro. Mirando hacia arriba vió a una hermosa rosa blanca que permanecía sola, la rosa más hermosa que jamás hubiera visto. El suave viento sur también escuchó el suspiro y murmuró: "¿Qué te pasa, rosa blanca?".
"¡Oh, querido! ¿Cómo pudieron olvidarse de mi?" exclamó la rosa.
Entonces la florecita azul dijo: "Volverán pronto a por usted porque es una rosa muy linda; pero yo soy tan chiquita que nadie me vé, por eso es que yo me llamo "no me olvides".
En el fragante jardín todo era paz y la linda rosa esperaba con paciencia, pronto una hermosa paloma blanca que vivía en el jardín vino y arrulló tiernamente a la rosa. Las abejas zumbaron alegremente a su alrededor y las mariposas revoletearon por aquí y por allá. Posado en una parte desde la cual podía mirar y proteger la rosa, estaba un amable espíritu de la naturaleza que tenía apariencia de colibrí.
A veces los amables espíritus de la naturaleza tienen la apariencia de colibrí y se posan donde pueden vigilar las flores escogidas que tienen una misión especial.
El Sol se había puesto, para descansar, y todo se había aquietado en el jardín, cuando se oyó el rozar de una falda y una hermosa dama se detuvo delante de la rosa. "¡Que rosa más linda! ¡Qué afortunada soy de haberla encontrado! ¡Qué extraño que nadie la hubiera visto antes!" dijo la hermosa dama y en seguida cortó la purísima rosa blanca.
Tarde de la noche, como una chispa de luz llegó el espíritu de la rosa blanca a la tierra donde los espíritus de las flores se juntan. Todos los espíritus de las flores conteniendo el aliento, escucharon su conmovedora experiencia.
"La hermosa dama me llevó tiernamente a un gran templo blanco; me condujo a la nave central. Allí, sobre un altar había una gran Cruz blanca y me puso en el centro de ella. A mi alrededor había siete rosas rojas y la Cruz descansaba sobre una estrella dorada. Rodeando a la estrella había un hermoso color azul, como el que tiene el cielo. Todo era paz y quietud y luego sonó una música suave. Un arco iris flotaba cerca del altar y la bella presencia del Espíritu de Cristo bendecía la Cruz. Una voz dijo: "La Cruz pura y blanca representa el cuerpo del Auxiliador Invisible; las rosas rojas representan su sangre purificada; la rosa blanca el corazón del Auxiliador Invisible y la estrella dorada representa el manto nupcial". En seguida todo quedó muy quieto y tranquilo y los Ángeles, Arcángeles y Seres Sagrados enviaron rayos luminosos sobre la Cruz. Entonces, de repente, la fuerza curativa del Gran Médico descendió.
Cuando todo hubo terminado, la hermosa dama vino y me sacó de la Cruz y me llevó a una casa que estaba muy lejos, donde había lágrimas en ojos que podían estar alegres. Un niñito pequeño necesitaba ayuda y por eso ella me depositó en la almohada, al lado de la linda carita del niño. Entonces, la fuerza de vida del Gran Médico vino con los Ángeles, el niño sonrió y las lágrimas se fueron. ¡Qué precioso! ¿No es verdad? Después de todo me apuré en volver para contarles la verdadera misión de la rosa blanca".
Ustedes pueden estar muy seguros de que todos los espíritus de las flores estuvieron muy felices con la experiencia que la rosa blanca había tenido en el templo.
Tercer Domingo
CLASE DE FISIOLOGÍA ESOTÉRICA
Palabra-clave: SALUD.
¿Qué es lo que nos dice el Mensajero de Dios en este mes?
-Atención!. La verdad de Dios está en todas partes.
Ustedes recordarán que cada familia de Ángeles Estelares ayuda a hacer su trabajo a una de las familias de células de nuestro cuerpo. Hoy vamos a referirnos a lo que los Ángeles Estelares de Virgo están haciendo por nosotros.
Ya saben el duro trabajo que tienen las células del estómago para deshacer el alimento que nosotros les enviamos y en arreglarlo para que pueda servir de alimento a los pequeños trabajadores de todo el cuerpo. Yo les voy a decir lo que sucede en seguida: después que las células del estómago han hecho su trabajo lo mejor posible, empujan el alimento hacia una puertecita que hay en el lado derecho del estómago y gritan: ¡Listo! entonces la puertecita se abre de repente y deja pasar de a poquito el alimento hacia un angosto túnel llamado Intestino Delgado, éste primero se dirige hacia abajo y después da muchas vueltas.
Algunas pequeñas células en el intestino empujan el alimento y lo hacen recorrer este túnel con tantas vueltas y otras pequeñas células prestan atención a las cosas diminutas que las células del estómago no pudieron deshacer. ¿Qué les parece? ¡Toditas están ocupadas!
Por último, el alimento está listo para ser entregado a la sangre y llevado a los pequeños trabajadores que están por todas partes del cuerpo y que lo están esperando. ¿Cómo suponen ustedes que se hace esta entrega? Ya saben como los grandes ríos y las pequeñas corrientes de sangre circulan por todas partes del cuerpo, todos corren alrededor de este túnel que se llama Intestino Delgado y entre ellos y el tunel existe solamente una pared muy fina, tan fina que cuando el alimento tiene una consistencia como la del agua, los pequeños trabajadores del intestino lo empujan hacia las corrientes de sangre directamente a través de las paredes. Entonces las células de la sangre lo cogen con gran rapidez y se lo llevan a cada una de las células que hay en el cuerpo.
Es decir, así trabajan cuando todas las cosas marchan bien; pero no siempre somos buenos con los queridos pequeños trabajadores que están tratando con tanto esfuerzo de hacernos más fuertes y sanos. A veces les enviamos un mal alimento, o les enviamos mucho de una vez y ellos no pueden trabajarlo. Cuando todavía no han terminado de trabajar el alimento que les mandamos y les enviamos más, estos se mezclan de una manera que apena; además, a veces, somos egoístas y perversos en vez de ser amantes y bondadosos, lo que aumenta aún más las dificultades de las pequeñas células.
Cuando suceden estas cosas, el alimento en vez de estar arreglado y listo para que se lo empuje a través de las murallas a la sangre, permanece semipreparado y es empujado a lo largo del túnel hacia una puerta que hay al final de su recorrido, la cual conduce hacia otro túnel más grande, que se llama Intestino Grueso. Las pequeñas células, de este nuevo túnel, hacen lo posible para salvar todo el alimento que pueden y luego dejan pasar el resto para que sea expulsado hacia fuera del cuerpo.
Ya lo ven, las celulitas del intestino están aprendiendo de los Ángeles Estelares de Virgo a servir, así como estamos aprendiendo también nosotros, porque dedican todo su tiempo a tratar de ayudar a las demás células del cuerpo a conservarse sanas y fuertes, para que puedan realizar bien su trabajo. Y ¿saben ustedes? aquí hay un secreto, cada vez que tratamos de ayudar a alguien, ayudamos a las celulitas de los intestinos a hacer mejor su trabajo y ello nos hace más fuertes y mejores.
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: SALUD
CRISTO JESÚS ALIMENTA A LA MULTITUD
Quisiera saber si alguno de ustedes sabe lo que es un milagro. Realmente debemos saberlo, porque en la Biblia se leen muchas cosas que hizo Cristo Jesús y que la gente llama milagros. Un milagro es una cosa extraordinaria que se ha efectuado, algo tan maravilloso que parece imposible hacerlo; sin embargo, Cristo podía realizar dichas acciones. Cuando hizo ver al ciego, oír al sordo y andar al paralítico, la gente dijo que eran milagros porque no podía comprender cómo Cristo Jesús realizó esas cosas.
Hoy vamos a leer en la Biblia uno de los milagros más grandes, escuchemos con mucha atención si queremos comprender cómo fué realizado.
La Biblia nos cuenta que un día Cristo Jesús había estado predicando a la multitud y como se sentía sumamente cansado, se fué a un desierto que estaba lejos de las ciudades de Palestina. Sus Discípulos fueron con Él. No hacia mucho rato que estaba allí y a penas había alcanzado a reposar un momento, cuando vió a una gran multitud que venía hacia Él. Esta multitud había sabido hacía donde se dirigía Cristo Jesús y lo había seguido, porque quería aprender más de sus enseñanzas.
Cuando el cariñoso Maestro vió a la gente, se olvidó de su cansancio y se compadeció de ella, porque eran como ovejas que no tenían un pastor. Y les enseñó muchas cosas.
Cuando el día ya estaba por terminarse y llegaba el crepúsculo, vinieron a Él sus Discípulos y le dijeron: "Maestro, el lugar es desierto y el tiempo es ya pasado, despide a las gentes para que se vayan por las aldeas y los campos y compren para sí algo de comer".
Pero Cristo Jesús les respondió: "No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer".
Muy sorprendidos sus Discípulos le dijeron: "Pero Maestro, si no tenemos aquí sino cinco panes y dos peces".
Cristo Jesús dijo: "Traedlos acá".
Y mandó a la gente a sentarse sobre la arena; tomó los cinco panes y los dos peces y alzando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes y los entregó a sus Discípulos para que se los dieran a la gente. Y comieron todos y se hartaron.
Entonces Cristo Jesús dijo: "Junten los pedazos que quedan, que nada se pierda".
Y recogieron los pedazos y llenaron doce canastos con ellos. Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Un acto maravilloso como éste en que Cristo Jesús alimentó a la multitud, con cinco panes y dos peces, es lo que la gente llama un milagro. La llaman así porque no pueden explicárselo. Pero nosotros debemos recordar siempre que todo tiene lugar de acuerdo con las leyes de Dios. Por el deseo desinteresado que tenía Cristo Jesús de servir a los demás, Dios le había dado un gran poder. En esta oportunidad Cristo usó una de las leyes de Dios y fué este gran poder el que le permitió hacer que cinco panes se convirtieran en muchos. Allá lejos, en el desierto, Cristo sabía que la salud de la gente dependía de que tuvieran buen alimento y por eso es que desinteresadamente usó el poder de Dios para alimentarla.
La Biblia nos habla de otra vez, que Cristo Jesús fué al desierto; pero en esa oportunidad estaba solo y no había una multitud a quien alimentar. Esta vez Él sintió hambre; sin embargo no usó del poder de Dios para alimentarse, porque este poder le fué concedido solamente para alimentar a los demás.
Algún dia, queridos niños, también nosotros seremos capaces de efectuar lo que se llama milagros; pero primero tendremos que llevar una vida limpia y desinteresada. Entonces nos será dado el poder de Dios y con él podremos hacer que el ciego vea, que el sordo oiga, que el paralítico camine y si es necesario que la multitud se alimente.
Clase tomada de San Mateo, 14:13-21; San Marcos, 6:30-44 y San Juan, 6: 1-14.
PREGUNTAS:
1.- ¿Qué es un milagro?
2.- ¿Quiénes siguieron a Cristo hacia el desierto?
3.- ¿Qué sucedió cuando llegó el crepúsculo?
4.- Relate cómo fué alimentada la multitud.
5.- ¿Qué poder usó Cristo Jesús para alimentar a la multitud?
6.- ¿Cuándo se nos dará este poder a nosotros?
MÁXIMA DE ORO: "El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará". San Juan, 14:12.
CUENTO PARA LOS NIÑOS
GERRY Y DERRY
Dos semillitas estaban en el suelo, una al lado de otra, en un jardincito que había entre las colinas. Una semillita tenía la piel rizada y se llamaba Gerry, era una semilla de capuchina. La otra semillita era redonda como una pelotita, era una semilla de clarín y se llamaba Derry.
Las dos semillitas miraban hacia arriba y se preguntaban qué es lo que sería el cielo azul que estaba encima de sus cabezas. Oyeron cantar a los pajarillos sus canciones en un alto alerce, después tuvieron mucho sueño y se acercaron lo más posible una a otra en el seno de la Madre Tierra y luego se quedaron profundamente dormidas. Eran unos bebés muy chiquititos y estaban muy felices de haber encontrado una cuna tan blandita. No tenían nada para cubrirse, pero eso no les importaba, porque los días eran calurosos y además estaban tan chiquititas para pensar en tales cosas. Pero, poco a poco la noche se hizo más fría y los pobres bebés semilla Gerry y Derry, empezaron a temblar de frío. A la Madre Tierra le dió tanta pena, que le preguntó al arce si podría darles, por favor, algunas de sus hojas para hacerles una frazada y cubrirlas.
El arce miró hacia abajo y vió a las dos semillas-bebé temblando en su sueño de frío y dijo: "Pero claro, ciertamente les daré". Y se dió a sí mismo un fuerte remezón, pero no cayó ninguna de sus hojas. Estaban todas muy firmes. "Llamaré al viento para que me ayude", dijo entonces. En seguida el arce llamó al viento, el cual vino volando tan ligero como pudo. El arce le pidió que soplara lo más fuerte posible, para que sus hojas cayeran sobre Gerry y Derry.
El viento miró hacia abajo y al ver a las dos semillas bebé, que en medio de su sueño temblaban de frío, dijo que con mucho gusto haría todo lo que pudiera para ayudarlas. El viento sopló y sopló hasta que sus mejillas se pusieron redondas y cada vez más grandes; pero no pudo conseguir que las hojas cayeran sobre las semillas.
¿Le digo lo que voy a hacer?, dijo el viento: "Voy a llamar a la helada para que nos ayude". Entonces voló hacia el Polo Norte, donde encontró a la helada, muy ocupada cortando copos de nieve: "Ven conmigo", le dijo.
"Hay dos semillas bebés que necesitan una frazada para cubrirse; de lo contrario, seguramente, se van a morir de frío".
Cuando la helada oyó esto, le dijo al viento que la llevara lo más rápido posible y le mostrara donde estaban los bebés. Entonces voló al jardincito de las montañas, donde estaban las dos semillitas bebé temblando de frío en medio de su sueño. Cuando la helada las vió tan chiquititas y tan indefensas, tocó las hojas del arce con sus dedos para que se desprendieran. Cuando las hojas del arce sintieron este cariñoso contacto, algunas se tornaron de un color rosado rojizo y otras de un amarillo oro. El arce se veía muy hermoso con esos lindos colores; pero lo que él quería era darle sus hojas a Gerry y Derry para que se calentaran, por eso le pidió al viento que le sacara las hojas. El viento empezó a mover las ramas y sopló las hojas, las cuales cayeron al suelo donde parecían una linda carpeta. Cayeron suavemente sobre las dos semillas bebé, hasta que las cubrieron completamente y las semillitas quedaron abrigadas y calentitas. Allí durmieron durante todos los días del invierno, en tanto que fuera de su frazada caía la lluvia y la nieve. ¡Qué sueño más largo tuvieron! ¿No es cierto? Después, cuando llegó la primavera y los pajarillos empezaron a cantar de nuevo, las semillas bebé se agitaron un poco en su sueño y se sonrieron, porque estaban soñando con cosas muy bonitas, en lindas historias que las hadas les estaban contando en los oídos.
Un día Gerry fué despertada por una voz que la llamaba: "¡Despiértate, Gerry, despiértate!"; se frotó los ojos, se asomó por entre las hojas y vió al Sol que le estaba sonriendo cuando se dió cuenta de que ya era hora de levantarse sacó la cabeza afuera y empezó a vestirse tan ligero como pudo. Eso es lo que habría hecho un niñito Rosacruz. ¿No es cierto?
Después el Sol llamó a Derry: "Despiértate, dulzurita!". Cuando Derry oyó que el Sol la llamaba. ¿Creen ustedes que quiso levantarse o que quiso seguir en la cama un ratito más? Bueno, cuando ella sintió los tibios y agradables besos del Sol sobre su cara, muy contenta se enderezó y empezó a vestirse, cantando una canción muy alegre.
Gerry y Derry sabían respirar profundamente y ¿Cómo creen ustedes que lo hacían? ¿Cómo respiran ustedes?. ¡Con sus pulmones!; pero, ¿quién sabe dónde tenían pulmones Gerry y Derry? Es muy curioso; pero los pulmones los tenían en las hojas como todas las plantas los tienen. Esa es una de las razones porque las plantas no crecen bien en los lugares sucios. El polvo las ahoga y no pueden respirar bien, entonces se debilitan y se enferman, lo mismo que la gente cuando descuida respirar el aire puro profundamente.
Y así Gerry y Derry se conviertieron en plantas grandes con hermosas flores. Las de Gerry eran de un color rojo intenso y las de Derry eran blancas con rosado y tenían un agradable perfume.
Cuando una flor se marchitaba salía de su lugar una semillita bebé. ¡Qué enormidad de semillitas había en cada planta! y cada una tenía que tener su alimento para comer. La pobre Gerry empezó a ponerse delgada y pálida criando a tantos niños y sin tener tiempo para cuidarse ella misma. Derry estaba tan cansada que ya no podía más. Llevaba a sus niños en lindos canastitos de vainas, y cuando las vainas se pusieron duras y se secaron, sa abrieron de un golpe y una enormidad de semillitas bebé cayeron al suelo.
Por último, simpre juntas, Gerry y Derry se pusieron ancianas y débiles, ambas habían llevado una vida lo más linda que podían, dando alegría con sus flores a todos los que pasaban por el amino. Habían cuidado con el mayor celo a sus semillas bebé; pero ahora estaban tan débiles que ya les costaba mucho sostenerse en el tutor, por el que habían subido con tanta alegría cuando eran jóvenes y fuertes. Entonces escucharon una suave voz que les decía: "Ustedes han servido fielmente y muy bien, hijas mías, vénganse a la casa a descansar, ahora". Era la Madre Tierra la que las estaba llamando. Alegremente Gerry y Derry, siempre juntitas, se hundieron en el regazo de la Madre Tierra y ella las arrulló suavemente, para que se durmieran.
Domingo de Servicio
El último Domingo de cada mes solar se celebra el "Domingo de Servicio". En esta oportunidad se usa una rosa blanca en el centro del Emblema, además de las siete rosas rojas.
Para los detalles sobre el programa a desarrollarse en este Domingo consultar la página 7 de este libro. (Capítulo Instrucciones Generales).
ADVERTENCIA AL PROFESOR.
Estas clases para el mes de Virgo deben usarse todos los años. Si algún año tuviera cinco domingos en el mes, el cuarto debe ser dedicado a una de las virtudes de Vrigo, como observación, espíritu de estudio o limpieza El profesor debe preparar las clases para este cuarto Domingo de acuerdo con el sistema que se ha seguido en las páginas precedentes. El quinto domingo del mes será entonces el Domingo de servicio, en vez del cuarto, porque el Domingo de Servicio, incluye siempre una recapitulación de todo el mes y debe por lo tanto ir al final.
CAPÍTULO X
CLASES PARA EL
MES SOLAR DE VIRGO
COMPRENDIDO ENTRE EL 23 DE AGOSTO
Y EL 22 DE SEPTIEMBRE INCLUSIVE
SERVICIO es la palabra clave básica del mes. EL DISCERNIMIENTO es una de las cualidades del signo mental de Virgo y éste se manifiesta en todos los tipos de SERVICIO. Virgo da la parte esotérica de la religión de Piscis y, por lo tanto, la DEVOCIÓN es una de las cualidades de Virgo. EL DISCERNIMIENTO de Virgo lo conduce a uno a ser muy escrupuloso en todo lo que tiene que ver con su bienestar físico y, por lo tanto, este signo rige lo relativo a la SALUD.
Primer Domingo
CLASE SOBRE EL COSMOS
Palabra-clave: DISCERNIMIENTO.
Este mes vamos a tener todos los Domingos nuestra hermosa rosa blanca en el centro de la Cruz, lo mismo que lo hemos hecho hasta ahora el Domingo de Servicio. ¿Saben por qué? Porque los Ángeles Estelares que vamos a estudiar durante este mes son los seres que nos enseñan a servir, a ayudar a los que están enfermos a curarse y a ayudar a los que están tristes a recobrar la alegría.
El nombre de estos cariñosos Ángeles Estelares es virgo, el Signo Virgo. El símbolo de Virgo se hace de esta manera:....... Ahora bien. ¿Quién suponen ustedes que es el mensajero que Dios nos manda desde Virgo?. Es uno de los Ángeles Estelares que ya conocemos. ¡El planeta Mercurio! Aquel que , como ustedes lo recordarán nos ayuda a mentenernos muy despiertos para que podamos captar todos los mensajes que Dios nos está enviando y podamos aprender a pensar en su contenido.
¿Quién se acuerda de lo que Mercurio nos dice? "Atención, la verdad de Dios está en todas partes". La razón por la cual Mercurio vino a yudar a los Ángeles Estelares de Virgo a enseñarnos a servir es que como hay muchas maneras de servir, si no nos fijamos bien y pensamos profundamente, no encontraremos la manera adecuada de hacerlo.
Supónganse que la mamá está muy cansada con los quehaceres de la casa y va a acostarse por un momento a descansar y ustedes se sienten muy apenados porque ella está cansada y quieren ayudarla. Sienten un impulso de saltar a su cama, ponerse a su lado, ponerle sus brazos al cuello y decirle cuanto la quieren. Esta es una de las cosas que podrían hacer, porque amar es servir. ¿No es así? Pero la mamá no podrá descansar si Uds. se suben a la cama y la acarician. ¿No les parece? y ella necesita tanto el descanso. Supónganse después que se acuerdan que ella les pidió que sacudieran la pieza en la mañana, peró que lo habían olvidado, entonces corren a buscar un paño de limpiar y al salir golpean fuertemente la puerta, porque lo único que les preocupa es ayudar a mamá y se olvidan de cerrar la puerta suavemente, luego sacuden el polvo de las sillas y las arrastran con gran ruido. Este trabajo es un servicio, porque lo están haciendo por amor a su madre y para ayudarla. Pero ella no puede descansar si Uds. están haciendo ruído. ¿No les parece? ¡Qué falta le hace descansar!
Supónganse ahora que en vez de hacer lo anterior Uds. piensan: "La mamá está cansada, voy a buscar un libro o un juguete y me voy a quedar quietecito para que pueda dormir y descanse". Lo hacen así y se dan cuenta que ella ha cerrado los ojos y está durmiendo plácidamente la siesta, lo que la hará sentirse completamente descansada cuando despierte.
¿Cuál de estas tres maneras de servir creen Uds. que es la mejor? Naturalmente la última, porque le da a la mamá lo que necesita más. Siempre hay muchas maneras de hacer las cosas y de ayudar a los demás; pero siempre hay una forma que es la mejor y ésta es la que debemos encontrar. ¿No es así? Porque la mejor manera estará siempre más cerca del camino de Dios. Por eso es que Mercurio continúa diciéndonos. "Atención, la verdad de Dios está en todas partes" Porque Dios quiere que encontremos siempre la mejor manera. ¿Se acordarán de esto?
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: DISCERNIMIENTO
LOS DISCÍPULOS SON ENVIADOS A SERVIR
El amoroso Cristo Jesús vino al mundo a enseñarnos a servir y a ayudar a los demás. Por mucho que queramos ayudar a los demás hay veces que no sabemos como hacerlo y es por eso que Cristo Jesús, sabiendo ésto, nos enseñó la manera. Supónganse que al irse hoy de la Escuela Dominical a la casa, encuentran casi muerto de hambre un gatito que alguien ha arrojado a la calle. Por cierto que se apiadan de él y lo llevan a la casa para cuidarlo. Supónganse ahora que en vez de alimentarlo con una exquisita leche azucarada, le dan otra clase de alimento que a él no le hace bien y que cada vez se pone más débil, hasta que por fín muere mirándoles lastimosamente a los ojos. Entonces ustedes se pondrán inmensamente tristes, porque deseaban fervientemente ayudar al pequeño gatito y hacerlo tan feliz como son los demás gatitos; pero, ¡qué lástima! ustedes no sabían cómo conseguirlo. Siempre hay una forma buena y una forma errónea de servir. Cristo Jesús lo sabía y por eso cuando envió a sus discípulos a servir, les enseñó la manera buena para hacerlo, nosotros la vamos a aprender.
Dice la Biblia que un día en que Cristo andaba por las ciudades y aldeas de Palestina, se sintió conmovido por la multitud que venía hacia Él, estaba angustiada y dispersa como ovejas que no tenían pastor y volviéndose a sus Discípulos les dijo: "A la verdad la mies es mucha; más los obreros pocos".
Naturalmente, lo que quiso decir con esto fué que son pocos en el mundo los que pueden ayudar en forma efectiva. Hay muchos que quisieran hacerlo; pero no saben cómo. Así como hay muchos que no saben cuidar a un pequeño gatito. Por eso es que Cristo Jesús, que sabía esto, dijo: "Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies".
Cristo Jesús sabe que cuando ofrecemos una oración al Señor de la mies, que es Dios, la ayuda llegará. Por eso recordemos siempre que cuando queremos ayudar a alguien debemos hacerlo con una oración en los labios, entonces Dios nos dará el poder para ayudar y nos mostrará la manera de usarlo. Si lo hacemos así, sabremos siempre qué clase de ayuda es la que debemos dar y nunca daremos un alimento equivocado al pequeño gatito.
Al enviar a sus Discípulos a servir, Cristo Jesús les dijo que curaran al enfermo, resucitaran a los muertos, limpiaran al leproso y echaran fuera los demonios. Todas estas cosas hará el verdadero discípulo de Cristo,con la voluntad de Dios; pero siempre existe la forma correcta y la forma equivocada de realizarlos. "Por el camino de los gentiles no iréis", Cristo Jesús dijo a sus Discípulos; "y en ciudad de Samaritanos no entréis, más id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel".
Cristo Jesús quería significar con esto, que hay algunos que necesitan más ayuda que los demás. Algunos, si lo tratan de hacer, son capaces de ayudarse a sí mismos pero otros están tan enfermos, tan desanimados y tan desvalidos, que no pueden ayudarse a sí mismos. A estos seres son los que debemos servir primero, porque son "ovejas perdidas". "He aquí que yo os envío como ovejas en medio de lobos", dijo el amoroso maestro a sus Discípulos cuando estaban reunidos a su alrededor. "Sed pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas".
Cristo Jesús sabía que servir no era fácil. Sabía también que había muchos en el mundo que se reirían de aquellos que querían ayudar a los demás. Sabía que si uno de ustedes quiere alimentar a un pequeño gatito muerto de hambre, habría algunos que se reirían de ustedes. Sabía que habría algunos que tratarían de detenerlos si quisieran salvar a una mamá pajarito a la que le robaran los huevos de su nido.
El cariñoso Maestro sabía todas estas cosas y por eso nos dice que es lo que debemos decir, cuando aquellos que tienen la mente perversa traten de detenernos para que no realicemos una buena acción. "No os apuréis por cómo o qué hablaréis", nos dice Cristo Jesús. "Porque en aquella hora os será dado que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros".
¿No les parece maravilloso sentir que en todas nuestras acciones buenas estamos protegidos por el cariñoso cuidado de Dios y que sabremos con exactitud lo que debemos hacer, si elevamos nuestras mentes en oración hacia Él?
"Cualquiera", dijo Cristo Jesús, "que diere a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría, solamente en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa".
Clase tomada de San Mateo, 9:35-38 y 10:1-42.
PREGUNTAS:
1.- ¿Por qué vino Cristo Jesús al mundo?
2.- ¿Existe una manera buena y una equivocada de ayudar a los
demás?
3.- ¿Qué es lo que debemos hacer primero cuando queremos
ayudar a los demás?
4.- ¿Qué decía Cristo Jesús de la oración?
5.- ¿Qué les dijo Cristo Jesús a sus Discípulos que hicieran, cuando
los mandó a servir?
6.- ¿Cuáles son las cosas que tenemos que hacer para servir?
MÁXIMA DE ORO: "La mies es mucha, más los obreros pocos".
CUENTO PARA LOS NIÑOS
LA SEÑORITA JAIVITA Y EL ESCARABAJO DE MAR
Había una vez un jaivita que se llamaba "Centolla" y vivía en una hermosa playa, donde había cientos y más cientos de jaivitas, escarabajos y otros animales chiquititos del mar. Era un lugar muy agradable, se podían ver kilómetros y más kilómetros de mar. En los días claros y luminosos se distinguían a la distancia los barcos que pasaban y lejos, muy lejos de la costa se podía ver una pequeña isla rocosa.
Centolla era una jaivita de tierna edad. No era más grande que la uña de vuestro dedo pulgar. ¡Qué chiquitita! ¿No es cierto? Pero aunque Centolla era tan pequeña, llegó un día en que tuvo que preocuparse de sí misma y buscarse su propia comida, como lo hacían sus hermanitas y sus primos, porque todos los papás y las mamás jaivas se fueron a la isla rocosa a tomar un día de vacaciones. El agua lejos de la costa era muy fría y muy profunda, y cuando soplaba el viento Norte, olas enormes rugían y se estrellaban contra las rocas. Era un lugar demasiado peligroso para las jaivas bebés, por eso es que las dejaron en sus casitas de la playa.
¿Han visto ustedes alguna vez una casita de jaiva? No se parece en nada a nuestras casas. Los pisos son de arenita suave y húmeda y las murallas son muy bajas y también de arena. No tienen ni puertas ni ventanas. Cuando una jaivita quiere salir o entrar, hace un hoyito en la muralla y pasa por ahí. El techo es la única parte sólida de la casa, conssite en una piedra lisa y plana, puesta sobre la arena. Tal vez algunos de ustedes han descubierto estas casas. Están generalmente a la orilla del agua. Si ustedes hubieran sacado la piedra que constituye el techo de una casa de jaivas, habría habido una conmoción muy grande; todas las jaivitas y cangrejos se habrían puesto en fuga lo más rápido posible, para esconderse en otra casa vecina. Imagínense el inmenso terror que les daría a ustedes si un día viniera un gran gigante y levantara el techo de su casa. ¿No sentirían deseos de correr y ocultarse?
Centollita tenía muchos y grandes amigos. Era una jaivita muy inteligente. Podía correr de lado y también hacia atrás. Conocía todos los juegos que sabe hacer el lenguado. El amigo a quien más quería era a un gran cangrejo negro de mar que era tan negro y reluciente como un zapato de charol y era sumamente cortés. Pertenecía a una antigua y noble familia de cangrejos de mar. Quería mucho a Centolla y la costumbre de ambos era comer juntos todos los días, en la poza de las Algas Marinas.
Un día cuando la campana de caracol de mar sonó para comer. Centolla no apareció. El cangrejo de mar la esperó un largo rato; pero ella no aparecía. Aunque tenía mucha hambre no pensaba comer hasta que no llegara su pequeña amiguita, era todo un caballero. Cuando ya se estaba empezando a alarmar, la vió venir corriendo hacia él. Al instante le ofreció su brazo y la llevó hacia un rincón tranquilo, donde la comida estaba lista. Centolla no pudo comer nada y cuando él le pidió que le dijera el porque, casi lloró. Habría llorado, tal vez, si no hubiera sido una valiente jaivita que sabía que llorar es una tontería. Le contó al cangrejo que había decidido ir a la isla de rocas que había en el mar.
Al pobre cangrejo le dió mucha pena, se puso completamente pálido y no pudo servirse tampoco su comida. Se sintió muy mal cuando una lágrima se resbaló por su nariz; pero la limpió muy ligero con una de sus antenas, para que Centolla no se fuera a dar cuenta que estaba llorando. Sabía que aun cuando Centolla era todavía una jaiva muy chiquitita, tenía lo que se llama "una mente con personalidad", lo que realmente significa que tenía una manera propia para hacer las cosas y que si había decidido irse al mar, nada podría detenerla. El cangrejo no podía soportar el pensamiento de que iba a perder a su querida compañera de juegos y le rogó que se quedara; pero a todas sus súplicas ella ponía oídos sordos, diciendo que estaría más segura en las aguas profundas. "Usted no sabe la espantosa experiencia que tuve hoy en la mañana", dijo Centolla. "Si la supiera no me pediría que me quedara".
"Cuéntemela", le imploró el cangrejo.
"Se la voy a contar", le contestó Centolla. "Esta mañana me estaba divirtiendo con el pez-sol en la poza, cuando de repente el agua empezó a sacudirse y a temblar. No me podía dar cuenta de la causa de esto que parecía un temblor y me sentí completamente aturdida. Después, dos grandes criaturas entraron salpicando agua a la poza donde yo estaba.
¡Qué extraños eran esos seres! ¡Tenían las cabezas metidas en el aire en una forma verdaderamente ridícula! y sólo tenían dos pies para caminar.
¡Qué capricho tener solamente dos pies!, añadió, desdeñosamente. Yo me moriría de incomodidad si tuviera solamente dos pies", y miró con admiración sus diez lindas patitas.
El cangrejo se irguió con fiereza y dió un golpe seco con sus mandíbulas, declarando que si Centolla le decía quienes eran, iría al momento a morderlos duro y parejo. Pero Centolla no sabía quiénes eran. ¿Serían gigantes?, le preguntó ella.
El cangrejo se rascó la oreja izquierda con una de sus patitas curvas. Un hábito que tenía cuando quería pensar.
"Pero eso no fué lo peor que sucedió", continuó Centolla. "cuando corría a ocultarme en las algas marinas, pasé por encima de un gran pié que estaba en mi camino, y usted hubiera oído el grito de espanto que dió la criatura. Verdaderamente se aterrorizó y entonces las demás criaturas las emprendieron conmigo poniendo frente a mi sus pies en el agua y tratando de cazarme. ¡Si supiera el terror que yo tenía! Me persiguieron hasta que estuve tan cansada que no pude correr más; entonces me sacaron con sus zarpas y me pusieron dentro de un tarrito de lata mugriento. Estaba tan caliente y mal ventilado que casi me morí. Si no hubiera soplado viento por encima del tarro, estoy segura que no habría podido escaparme. Pero logré hacerlo y me escondí debajo de una piedra hasta que las criaturas se fueron. Por eso es que me atrasé en venir a almozar y por eso es que he decidido irme al mar. Pero dígame, ¿tiene alguna idea de qué es lo que eran esos seres?".
El cangrejo pensó profundamente por algunos minutos y en seguida dijo con vacilación: "Quisiera saber si serían Roberto y Patricia".
"Sí, si", dijo Centolla, muy excitada. "Ese nombre se daban entre ellos. Si, me acuerdo".
"Pero Roberto y Patricia son seres humanos, son gente".
"¿Eso son?", preguntó Centolla. "Yo he oído hablar que los seres humanos son muy malos, ¿no es cierto?"
"No, yo no diría eso", replicó el cangrejo.
"¿Por qué?, claro que lo son", declaró Centolla indignada. "¿Para qué me cazaron si no son malos?". Mi tía Jaiva Mora me advirtió antes de irse, que tuviera mucho cuidado con ellos. Me recomendó que si veía alguno, corriera a ocultarme tan ligero como un relámpago, de otra manera sería cazada y cocinada para el almuerzo".
"No puedo creer que Roberto y Patricia hubieran hecho eso", dijo el cangrejo. "Solamente la gente ignorante hace tales cosas. Estoy seguro que ellos no querían cometer una crueldad con usted. La gente a veces no piensa. Tal vez han aprendido que usted es una hermanita pequeña de ellos y por eso es que estaban ansiosos de conocerla. No podrían pretender ser duros con usted y causarle dolores".
"Bueno", dijo Centolla. "Si ellos son mis hermanos, creo que es mejor que me olvide de lo que me pasó con ellos y voy a esperar un tiempo más para irme a vivir a la isla; pero espero que alguien les enseñe a Roberto y a Patricia, así como a todos los demás niños y niñas, que no está bien eso de cazar jaivitas y ponerlas dentro de un tarro mugriento, aún cuando lo único que quieran sea conocernos".
Segundo Domingo
CLASE DE FILOSOFÍA
Palabra-clave: DEVOCIÓN.
¿Qué es lo que significa la rosa blanca que está en el centro de la Cruz?
-Un corazón puro, lleno de amor.
¿Por qué todos los Domingos de este mes ponemos la rosa blanca en el centro de la Cruz?
-Porque estamos aprendiendo a servir.
¿Qué es lo que nos dice Mercurio?
-"¡Atención! ¡La verdad de Dios está en todas partes!".
Hay otra cosa que yo quiero enseñarles del servicio y es la siguiente: si ustedes no sienten amor en el corazón, cuando están haciendo algo por una persona, no le harán a ella el bien que podrían hacerle y esta acción no les ayudará en lo más mínimo a conseguir que las rosas florezcan en su Cruz. Si las cosas no se hacen con amor, se perderá la mayor parte de las molestias que se toman en realizarlas; porque el amor es lo único que hace que la luz brille dentro de nosotros y solamente la luz puede hacer que las rosas florezcan en nuestra Cruz o que nuestro Vestido Dorado de bodas se desarrolle.
Supónganse que un pobre viejo viniera a su puerta un día caluroso y les pidiera un vaso de agua fría para beber y la mamá los llame para que se lo den. Supónganse que están muy contentos jugando y que no les agrada mucho tener que abandonar el juego, pero indudablemente tienen que obedecer a la mamá. Van a buscar el agua, se la dan y quieren que se apure en bebérsela para volver de nuevo a jugar.
Tal vez el pobre viejo esté solo en el mundo y no tenga a nadie que lo quiera porque está enfermo y anciano. Se dá cuenta, entonces, que a ustedes no les importa nada que él esté sediento o hambriento y que desean que se apure y que se vaya. Por eso se va con un sentimiento muy triste de abandono, lo que hiere a Cristo y lo hace sufrir, porque Él ama al pobre viejo y quiere que ustedes le ayuden.
Pero supónganse que al verlo piensan: "¡Pobre viejito, qué cansado parece!" y corren a buscar el vaso de agua, muy contentos de poderlo ayudar. El minuto en que ustedes sintieron como si una luz empezara a brillar en su corazón y en sus ojos, le sirvió al pobre viejo para reconfortarse y sentirse feliz, porque se dió cuenta de que ALGUIEN LO CUIDABA.
¿Se dan cuenta de la diferencia? Han realizado exactamente el mismo acto; pero como lo hicieron con amor en el corazón, le dieron al pobre viejo felicidad, se sintieron felices también, porque la luz brilló en su interior y lo más importante de todo es que lograron que el querido Cristo se sintiera contento. Ahora ven ustedes claramente porque ponemos en la Cruz la rosa blanca, que significa un corazón puro, lleno de amor, cada vez que estudiamos lo que significa servicio.
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: DEVOCIÓN
EL BUEN SAMARITANO
Un abogado vino a Jesús y le dijo: "Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?".
Jesús le preguntó: "¿Qué está escrito en la ley?". El abogado lo sabía muy bien y le contestó:
"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, con todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a tí mismo".
Entonces Jesús le dijo: "Bien has respondido: Haz ésto y vivirás"
Pero el abogado que no estaba aún satisfecho, volvió a decirle a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?".
Jesús replicó con la siguiente historia:
"Un hombre descendía de Jerusalem a Jericó y en el camino se encontró con unos ladrones, los cuales le quitaron el dinero, le quitaron las ropas y en seguida lo golpearon hasta que cayó en el camino, donde quedó medio muerto".
"Ese día vino un sacerdote por el mismo camino, a la distancia vió al herido que yacía al Sol, pero el sacerdote no quería molestarse por un hombre enfermo, dió vuelta la cara y se fué para el otro lado del camino. Enseguida vino otro hombre, un Levita, se aproximó un poco más y miró al hombre que yacía en el camino, en seguida también se pasó al otro lado del camino y siguió andando. Después vino un samaritano, y cuando vió al enfermo se apiadó de él, fué donde él, vendó sus heridas, les puso aceite, lo levantó, lo puso sobre el lomo de su mula, lo llevó a una posada donde lo cuidó durante toda la noche. En la mañana llamó al dueño, le dió dinero y le dijo: "Cuidémelo, y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré".
En seguida Jesús le dijo al abogado: "¿Quién pues de estos tres te parece que fué el prójimo de aquel que cayó en manos de los ladrones?".
Y el abogado contestó: "El que usó con él de misericordia".
Entonces Jesús le dijo: "Vé y haz tú lo mismo".
Así como aprendió el abogado, debemos también aprender nosotros a ser prójimos para todos los demás hombres. Podemos servir a los demás con nuestras manos en actos de ayuda. Podemos servirlos con nuestra mente, teniendo pensamientos buenos y amorosos. Podemos ayudarlos con el espíritu, enviando una sonrisa de simpatía.
No importa cuál sea el color de su piel, no importa a qué iglesia pertenezcan, ni cual sea su religión. Todo lo que necesitamos aprender, es a ser el prójimo de aquel que necesita ayuda y si lo logramos, llegaremos a ser buenos samaritanos.
Vuestro prójimo puede ser una anciana o un niño, a quienes podéis ayudar en la calle o puede ser un niñito negro que se ha caído y se ha herido y para quien podéis tener una palabra de simpatía mientras lo ayudáis a levantarse. Vuestro prójimo puede ser un anciano que lleva un pesado atado, que podéis ayudarle a transportar. Podemos encontrar en todas partes algún bien que hacer, porque todos son nuestros prójimos, tanto en la casa como en la calle o en otra ciudad.
PREGUNTAS:
1.- ¿Cuántos pasaron por el lado del hombre en el camino de Jericó?
2.- ¿Quién lo ayudó?
3.- ¿Pidió que le pagaran?
4.- ¿Cómo podemos llegar a ser buenos samaritanos?
5.- ¿Quiénes son nuestros prójimos?
6.- ¿Dónde encontramos a nuestro prójimo?
Clase tomada de San Lucas, 10:25-37.
MÁXIMA DE ORO: "Por amor servíos unos a otros".
CUENTO PARA LOS NIÑOS
LA ROSA BLANCA
En la vieja casa de color blanco que está situada lejos del camino, había una gran excitación. Gran actividad, gran ruido, todos estaban muy ocupados porque iba a realizarse un matrimonio. ¡Qué maravilla!
Afuera, en el jardín, todo era también excitación.
Las flores erguían sus corolas y cabeceaban con la suave brisa del verano. Las rosas estaban especialmente agitadas. Muy pronto vino el jardinero y cuidadosamente, llenó su canastillo y lo llevó a la gran casa.
Cantando dulcemente y susurrando con suavidad, vinieron las jóvenes de la casa, y con mucha ternura juntaron las rosas blancas para el bouquet de la novia. Toda su corta vida ellas habían ansiado este gran acontecimiento. Pronto cortaron las rosas rojas y en seguida todo quedó muy tranquilo en el jardín de rosas.
Una florecita azul sintió en el pasto un estremecimiento y oyó algo como un suspiro. Mirando hacia arriba vió a una hermosa rosa blanca que permanecía sola, la rosa más hermosa que jamás hubiera visto. El suave viento sur también escuchó el suspiro y murmuró: "¿Qué te pasa, rosa blanca?".
"¡Oh, querido! ¿Cómo pudieron olvidarse de mi?" exclamó la rosa.
Entonces la florecita azul dijo: "Volverán pronto a por usted porque es una rosa muy linda; pero yo soy tan chiquita que nadie me vé, por eso es que yo me llamo "no me olvides".
En el fragante jardín todo era paz y la linda rosa esperaba con paciencia, pronto una hermosa paloma blanca que vivía en el jardín vino y arrulló tiernamente a la rosa. Las abejas zumbaron alegremente a su alrededor y las mariposas revoletearon por aquí y por allá. Posado en una parte desde la cual podía mirar y proteger la rosa, estaba un amable espíritu de la naturaleza que tenía apariencia de colibrí.
A veces los amables espíritus de la naturaleza tienen la apariencia de colibrí y se posan donde pueden vigilar las flores escogidas que tienen una misión especial.
El Sol se había puesto, para descansar, y todo se había aquietado en el jardín, cuando se oyó el rozar de una falda y una hermosa dama se detuvo delante de la rosa. "¡Que rosa más linda! ¡Qué afortunada soy de haberla encontrado! ¡Qué extraño que nadie la hubiera visto antes!" dijo la hermosa dama y en seguida cortó la purísima rosa blanca.
Tarde de la noche, como una chispa de luz llegó el espíritu de la rosa blanca a la tierra donde los espíritus de las flores se juntan. Todos los espíritus de las flores conteniendo el aliento, escucharon su conmovedora experiencia.
"La hermosa dama me llevó tiernamente a un gran templo blanco; me condujo a la nave central. Allí, sobre un altar había una gran Cruz blanca y me puso en el centro de ella. A mi alrededor había siete rosas rojas y la Cruz descansaba sobre una estrella dorada. Rodeando a la estrella había un hermoso color azul, como el que tiene el cielo. Todo era paz y quietud y luego sonó una música suave. Un arco iris flotaba cerca del altar y la bella presencia del Espíritu de Cristo bendecía la Cruz. Una voz dijo: "La Cruz pura y blanca representa el cuerpo del Auxiliador Invisible; las rosas rojas representan su sangre purificada; la rosa blanca el corazón del Auxiliador Invisible y la estrella dorada representa el manto nupcial". En seguida todo quedó muy quieto y tranquilo y los Ángeles, Arcángeles y Seres Sagrados enviaron rayos luminosos sobre la Cruz. Entonces, de repente, la fuerza curativa del Gran Médico descendió.
Cuando todo hubo terminado, la hermosa dama vino y me sacó de la Cruz y me llevó a una casa que estaba muy lejos, donde había lágrimas en ojos que podían estar alegres. Un niñito pequeño necesitaba ayuda y por eso ella me depositó en la almohada, al lado de la linda carita del niño. Entonces, la fuerza de vida del Gran Médico vino con los Ángeles, el niño sonrió y las lágrimas se fueron. ¡Qué precioso! ¿No es verdad? Después de todo me apuré en volver para contarles la verdadera misión de la rosa blanca".
Ustedes pueden estar muy seguros de que todos los espíritus de las flores estuvieron muy felices con la experiencia que la rosa blanca había tenido en el templo.
Tercer Domingo
CLASE DE FISIOLOGÍA ESOTÉRICA
Palabra-clave: SALUD.
¿Qué es lo que nos dice el Mensajero de Dios en este mes?
-Atención!. La verdad de Dios está en todas partes.
Ustedes recordarán que cada familia de Ángeles Estelares ayuda a hacer su trabajo a una de las familias de células de nuestro cuerpo. Hoy vamos a referirnos a lo que los Ángeles Estelares de Virgo están haciendo por nosotros.
Ya saben el duro trabajo que tienen las células del estómago para deshacer el alimento que nosotros les enviamos y en arreglarlo para que pueda servir de alimento a los pequeños trabajadores de todo el cuerpo. Yo les voy a decir lo que sucede en seguida: después que las células del estómago han hecho su trabajo lo mejor posible, empujan el alimento hacia una puertecita que hay en el lado derecho del estómago y gritan: ¡Listo! entonces la puertecita se abre de repente y deja pasar de a poquito el alimento hacia un angosto túnel llamado Intestino Delgado, éste primero se dirige hacia abajo y después da muchas vueltas.
Algunas pequeñas células en el intestino empujan el alimento y lo hacen recorrer este túnel con tantas vueltas y otras pequeñas células prestan atención a las cosas diminutas que las células del estómago no pudieron deshacer. ¿Qué les parece? ¡Toditas están ocupadas!
Por último, el alimento está listo para ser entregado a la sangre y llevado a los pequeños trabajadores que están por todas partes del cuerpo y que lo están esperando. ¿Cómo suponen ustedes que se hace esta entrega? Ya saben como los grandes ríos y las pequeñas corrientes de sangre circulan por todas partes del cuerpo, todos corren alrededor de este túnel que se llama Intestino Delgado y entre ellos y el tunel existe solamente una pared muy fina, tan fina que cuando el alimento tiene una consistencia como la del agua, los pequeños trabajadores del intestino lo empujan hacia las corrientes de sangre directamente a través de las paredes. Entonces las células de la sangre lo cogen con gran rapidez y se lo llevan a cada una de las células que hay en el cuerpo.
Es decir, así trabajan cuando todas las cosas marchan bien; pero no siempre somos buenos con los queridos pequeños trabajadores que están tratando con tanto esfuerzo de hacernos más fuertes y sanos. A veces les enviamos un mal alimento, o les enviamos mucho de una vez y ellos no pueden trabajarlo. Cuando todavía no han terminado de trabajar el alimento que les mandamos y les enviamos más, estos se mezclan de una manera que apena; además, a veces, somos egoístas y perversos en vez de ser amantes y bondadosos, lo que aumenta aún más las dificultades de las pequeñas células.
Cuando suceden estas cosas, el alimento en vez de estar arreglado y listo para que se lo empuje a través de las murallas a la sangre, permanece semipreparado y es empujado a lo largo del túnel hacia una puerta que hay al final de su recorrido, la cual conduce hacia otro túnel más grande, que se llama Intestino Grueso. Las pequeñas células, de este nuevo túnel, hacen lo posible para salvar todo el alimento que pueden y luego dejan pasar el resto para que sea expulsado hacia fuera del cuerpo.
Ya lo ven, las celulitas del intestino están aprendiendo de los Ángeles Estelares de Virgo a servir, así como estamos aprendiendo también nosotros, porque dedican todo su tiempo a tratar de ayudar a las demás células del cuerpo a conservarse sanas y fuertes, para que puedan realizar bien su trabajo. Y ¿saben ustedes? aquí hay un secreto, cada vez que tratamos de ayudar a alguien, ayudamos a las celulitas de los intestinos a hacer mejor su trabajo y ello nos hace más fuertes y mejores.
CLASE SOBRE LA BIBLIA
Palabra-clave: SALUD
CRISTO JESÚS ALIMENTA A LA MULTITUD
Quisiera saber si alguno de ustedes sabe lo que es un milagro. Realmente debemos saberlo, porque en la Biblia se leen muchas cosas que hizo Cristo Jesús y que la gente llama milagros. Un milagro es una cosa extraordinaria que se ha efectuado, algo tan maravilloso que parece imposible hacerlo; sin embargo, Cristo podía realizar dichas acciones. Cuando hizo ver al ciego, oír al sordo y andar al paralítico, la gente dijo que eran milagros porque no podía comprender cómo Cristo Jesús realizó esas cosas.
Hoy vamos a leer en la Biblia uno de los milagros más grandes, escuchemos con mucha atención si queremos comprender cómo fué realizado.
La Biblia nos cuenta que un día Cristo Jesús había estado predicando a la multitud y como se sentía sumamente cansado, se fué a un desierto que estaba lejos de las ciudades de Palestina. Sus Discípulos fueron con Él. No hacia mucho rato que estaba allí y a penas había alcanzado a reposar un momento, cuando vió a una gran multitud que venía hacia Él. Esta multitud había sabido hacía donde se dirigía Cristo Jesús y lo había seguido, porque quería aprender más de sus enseñanzas.
Cuando el cariñoso Maestro vió a la gente, se olvidó de su cansancio y se compadeció de ella, porque eran como ovejas que no tenían un pastor. Y les enseñó muchas cosas.
Cuando el día ya estaba por terminarse y llegaba el crepúsculo, vinieron a Él sus Discípulos y le dijeron: "Maestro, el lugar es desierto y el tiempo es ya pasado, despide a las gentes para que se vayan por las aldeas y los campos y compren para sí algo de comer".
Pero Cristo Jesús les respondió: "No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer".
Muy sorprendidos sus Discípulos le dijeron: "Pero Maestro, si no tenemos aquí sino cinco panes y dos peces".
Cristo Jesús dijo: "Traedlos acá".
Y mandó a la gente a sentarse sobre la arena; tomó los cinco panes y los dos peces y alzando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes y los entregó a sus Discípulos para que se los dieran a la gente. Y comieron todos y se hartaron.
Entonces Cristo Jesús dijo: "Junten los pedazos que quedan, que nada se pierda".
Y recogieron los pedazos y llenaron doce canastos con ellos. Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Un acto maravilloso como éste en que Cristo Jesús alimentó a la multitud, con cinco panes y dos peces, es lo que la gente llama un milagro. La llaman así porque no pueden explicárselo. Pero nosotros debemos recordar siempre que todo tiene lugar de acuerdo con las leyes de Dios. Por el deseo desinteresado que tenía Cristo Jesús de servir a los demás, Dios le había dado un gran poder. En esta oportunidad Cristo usó una de las leyes de Dios y fué este gran poder el que le permitió hacer que cinco panes se convirtieran en muchos. Allá lejos, en el desierto, Cristo sabía que la salud de la gente dependía de que tuvieran buen alimento y por eso es que desinteresadamente usó el poder de Dios para alimentarla.
La Biblia nos habla de otra vez, que Cristo Jesús fué al desierto; pero en esa oportunidad estaba solo y no había una multitud a quien alimentar. Esta vez Él sintió hambre; sin embargo no usó del poder de Dios para alimentarse, porque este poder le fué concedido solamente para alimentar a los demás.
Algún dia, queridos niños, también nosotros seremos capaces de efectuar lo que se llama milagros; pero primero tendremos que llevar una vida limpia y desinteresada. Entonces nos será dado el poder de Dios y con él podremos hacer que el ciego vea, que el sordo oiga, que el paralítico camine y si es necesario que la multitud se alimente.
Clase tomada de San Mateo, 14:13-21; San Marcos, 6:30-44 y San Juan, 6: 1-14.
PREGUNTAS:
1.- ¿Qué es un milagro?
2.- ¿Quiénes siguieron a Cristo hacia el desierto?
3.- ¿Qué sucedió cuando llegó el crepúsculo?
4.- Relate cómo fué alimentada la multitud.
5.- ¿Qué poder usó Cristo Jesús para alimentar a la multitud?
6.- ¿Cuándo se nos dará este poder a nosotros?
MÁXIMA DE ORO: "El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará". San Juan, 14:12.
CUENTO PARA LOS NIÑOS
GERRY Y DERRY
Dos semillitas estaban en el suelo, una al lado de otra, en un jardincito que había entre las colinas. Una semillita tenía la piel rizada y se llamaba Gerry, era una semilla de capuchina. La otra semillita era redonda como una pelotita, era una semilla de clarín y se llamaba Derry.
Las dos semillitas miraban hacia arriba y se preguntaban qué es lo que sería el cielo azul que estaba encima de sus cabezas. Oyeron cantar a los pajarillos sus canciones en un alto alerce, después tuvieron mucho sueño y se acercaron lo más posible una a otra en el seno de la Madre Tierra y luego se quedaron profundamente dormidas. Eran unos bebés muy chiquititos y estaban muy felices de haber encontrado una cuna tan blandita. No tenían nada para cubrirse, pero eso no les importaba, porque los días eran calurosos y además estaban tan chiquititas para pensar en tales cosas. Pero, poco a poco la noche se hizo más fría y los pobres bebés semilla Gerry y Derry, empezaron a temblar de frío. A la Madre Tierra le dió tanta pena, que le preguntó al arce si podría darles, por favor, algunas de sus hojas para hacerles una frazada y cubrirlas.
El arce miró hacia abajo y vió a las dos semillas-bebé temblando en su sueño de frío y dijo: "Pero claro, ciertamente les daré". Y se dió a sí mismo un fuerte remezón, pero no cayó ninguna de sus hojas. Estaban todas muy firmes. "Llamaré al viento para que me ayude", dijo entonces. En seguida el arce llamó al viento, el cual vino volando tan ligero como pudo. El arce le pidió que soplara lo más fuerte posible, para que sus hojas cayeran sobre Gerry y Derry.
El viento miró hacia abajo y al ver a las dos semillas bebé, que en medio de su sueño temblaban de frío, dijo que con mucho gusto haría todo lo que pudiera para ayudarlas. El viento sopló y sopló hasta que sus mejillas se pusieron redondas y cada vez más grandes; pero no pudo conseguir que las hojas cayeran sobre las semillas.
¿Le digo lo que voy a hacer?, dijo el viento: "Voy a llamar a la helada para que nos ayude". Entonces voló hacia el Polo Norte, donde encontró a la helada, muy ocupada cortando copos de nieve: "Ven conmigo", le dijo.
"Hay dos semillas bebés que necesitan una frazada para cubrirse; de lo contrario, seguramente, se van a morir de frío".
Cuando la helada oyó esto, le dijo al viento que la llevara lo más rápido posible y le mostrara donde estaban los bebés. Entonces voló al jardincito de las montañas, donde estaban las dos semillitas bebé temblando de frío en medio de su sueño. Cuando la helada las vió tan chiquititas y tan indefensas, tocó las hojas del arce con sus dedos para que se desprendieran. Cuando las hojas del arce sintieron este cariñoso contacto, algunas se tornaron de un color rosado rojizo y otras de un amarillo oro. El arce se veía muy hermoso con esos lindos colores; pero lo que él quería era darle sus hojas a Gerry y Derry para que se calentaran, por eso le pidió al viento que le sacara las hojas. El viento empezó a mover las ramas y sopló las hojas, las cuales cayeron al suelo donde parecían una linda carpeta. Cayeron suavemente sobre las dos semillas bebé, hasta que las cubrieron completamente y las semillitas quedaron abrigadas y calentitas. Allí durmieron durante todos los días del invierno, en tanto que fuera de su frazada caía la lluvia y la nieve. ¡Qué sueño más largo tuvieron! ¿No es cierto? Después, cuando llegó la primavera y los pajarillos empezaron a cantar de nuevo, las semillas bebé se agitaron un poco en su sueño y se sonrieron, porque estaban soñando con cosas muy bonitas, en lindas historias que las hadas les estaban contando en los oídos.
Un día Gerry fué despertada por una voz que la llamaba: "¡Despiértate, Gerry, despiértate!"; se frotó los ojos, se asomó por entre las hojas y vió al Sol que le estaba sonriendo cuando se dió cuenta de que ya era hora de levantarse sacó la cabeza afuera y empezó a vestirse tan ligero como pudo. Eso es lo que habría hecho un niñito Rosacruz. ¿No es cierto?
Después el Sol llamó a Derry: "Despiértate, dulzurita!". Cuando Derry oyó que el Sol la llamaba. ¿Creen ustedes que quiso levantarse o que quiso seguir en la cama un ratito más? Bueno, cuando ella sintió los tibios y agradables besos del Sol sobre su cara, muy contenta se enderezó y empezó a vestirse, cantando una canción muy alegre.
Gerry y Derry sabían respirar profundamente y ¿Cómo creen ustedes que lo hacían? ¿Cómo respiran ustedes?. ¡Con sus pulmones!; pero, ¿quién sabe dónde tenían pulmones Gerry y Derry? Es muy curioso; pero los pulmones los tenían en las hojas como todas las plantas los tienen. Esa es una de las razones porque las plantas no crecen bien en los lugares sucios. El polvo las ahoga y no pueden respirar bien, entonces se debilitan y se enferman, lo mismo que la gente cuando descuida respirar el aire puro profundamente.
Y así Gerry y Derry se conviertieron en plantas grandes con hermosas flores. Las de Gerry eran de un color rojo intenso y las de Derry eran blancas con rosado y tenían un agradable perfume.
Cuando una flor se marchitaba salía de su lugar una semillita bebé. ¡Qué enormidad de semillitas había en cada planta! y cada una tenía que tener su alimento para comer. La pobre Gerry empezó a ponerse delgada y pálida criando a tantos niños y sin tener tiempo para cuidarse ella misma. Derry estaba tan cansada que ya no podía más. Llevaba a sus niños en lindos canastitos de vainas, y cuando las vainas se pusieron duras y se secaron, sa abrieron de un golpe y una enormidad de semillitas bebé cayeron al suelo.
Por último, simpre juntas, Gerry y Derry se pusieron ancianas y débiles, ambas habían llevado una vida lo más linda que podían, dando alegría con sus flores a todos los que pasaban por el amino. Habían cuidado con el mayor celo a sus semillas bebé; pero ahora estaban tan débiles que ya les costaba mucho sostenerse en el tutor, por el que habían subido con tanta alegría cuando eran jóvenes y fuertes. Entonces escucharon una suave voz que les decía: "Ustedes han servido fielmente y muy bien, hijas mías, vénganse a la casa a descansar, ahora". Era la Madre Tierra la que las estaba llamando. Alegremente Gerry y Derry, siempre juntitas, se hundieron en el regazo de la Madre Tierra y ella las arrulló suavemente, para que se durmieran.
Domingo de Servicio
El último Domingo de cada mes solar se celebra el "Domingo de Servicio". En esta oportunidad se usa una rosa blanca en el centro del Emblema, además de las siete rosas rojas.
Para los detalles sobre el programa a desarrollarse en este Domingo consultar la página 7 de este libro. (Capítulo Instrucciones Generales).
ADVERTENCIA AL PROFESOR.
Estas clases para el mes de Virgo deben usarse todos los años. Si algún año tuviera cinco domingos en el mes, el cuarto debe ser dedicado a una de las virtudes de Virgo, como observación, espíritu de estudio o limpieza El profesor debe preparar las clases para este cuarto Domingo de acuerdo con el sistema que se ha seguido en las páginas precedentes. El quinto domingo del mes será entonces el Domingo de servicio, en vez del cuarto, porque el Domingo de Servicio, incluye siempre una recapitulación de todo el mes y debe por lo tanto ir al final.
[INSTRUCCIÓNES] [INDICE] [CAP.11]
CORREO ROSACRUZ
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